Daniel Areces
@DArecesGlez
Foto: Deborah Estrada

El considerado como el principal prospecto del peso ligero asturiano y que el próximo 16 de mayo en Gijón disputará su cuarto combate, Pablo Fuego (3-0), atendió a ESPABOX y nos explica cómo fueron sus inicios, su progresión de boxeador amateur a profesional y otras muchas cuestiones, con su natural simpatía y buen humor.

– Para comenzar remontémonos a tus inicios, ¿cuándo tomas la decisión de practicar boxeo?
Bueno, pues la historia parece un poco como de película. Un día en el año 2009, mes de noviembre, me acuerdo como si fuera hoy, asistí al Palacio de los Deportes con tres amigos y allí vi una de las primeras veladas celebradas en el Palacio y después del tercer o cuarto combate, miré a un amigo que tenía al lado y le dije: Me gusta esto y creo que para el año que viene, voy a estar boxeando aquí. Todo empezó entre risas y tal, después de esa velada, en diciembre, empiezo a entrenar en el gimnasio de Chus Prado, en el que estuve un mes, pues por motivos de desplazamientos me quedaba un poco lejos y decido apuntarme en enero en el Centro Deportivo Tibet con Borja Álvarez y en mayo, debuto como boxeador. Se dio la casualidad que justo un año después, en noviembre, vuelvo a ese Palacio de los Deportes, boxeo ante Ales Suarez en un combate amateur a tres asaltos y me dan el premio al mejor boxeador de la velada. Así es como comencé a boxear.

-¿Sigues entrenando actualmente allí, en el Centro Deportivo Tibet?
Actualmente sigo entrenando allí. Porque creo, y no sé cómo otra gente puede hacer estas cosas, que si empiezas en un sitio y esta gente te lleva a ser lo que eres hoy, no veo la opción de tener que cambiar de gimnasio o de entrenador. Por muy bien que te vayan las cosas, ellos fueron lo que te llevaron ahí. Si algo va bien, no lo cambies. Esa es mi opinión.

– Cuando te vendaban por primera vez, ¿te imaginabas que se repetiría ese mismo hecho pero como boxeador profesional?
Buf, es difícil pensar eso. Cuando me vendaron por primera vez, si te digo la verdad, no pensaba en nada. Sólo era un cumulo de sensaciones que no sabía ni lo que podría pasar. Aunque el paso de todo boxeador amateur creo que es llegar a ser profesional y hacer algo ¿no?

– ¿Cuántos combates realizaste en total durante tu trayectoria amateur?
Un total de 33 combates ente la categoría amateur y neoprofesional.

– Con ese número de combates a tus espaldas, ¿cómo te definirías como boxeador?
Es difícil definirme como boxeador puesto que cuando empiezas la carrera amateur, al principio, prácticamente lo único que haces es bracear y me consideraba un tipo fuerte, ya que peleaba en 70 kg. Luego cuando debute en neoprofesional, comencé a boxear un poquito más, aunque aún me llamaban guerrero porque me gustaban mucho los cruces de golpes y liarme al palo. Y hoy en día, que soy boxeador profesional, pues practicante mi idea es tocar y que no te toquen. Cuantos menos golpes haya, mucho mejor.

– ¿Cuál es el mejor recuerdo o momento que destacarías durante esa etapa amateur?
Sin duda, los campeonatos nacionales. Fue una experiencia inolvidable. Una experiencia en la que, después de venir de los campeonatos, mi entrenador Borja Álvarez llegó a preguntarme: Bueno, debutamos en noviembre ¿no? Y yo llegué a responderle si podría quedarme un año más, sólo para ver si podría asistir a otros campeonatos nacionales.

– Llegaría el día 22 de noviembre de 2013, fecha en la que debutarías como profesional ¿cómo lo recuerdas?
Pues lo recuerdo como una noche histórica. La verdad es que para mí fue algo inolvidable. Ni siquiera estuve nervioso, tan sólo estaba deseando salir. Los días previos estaba ansioso, soñaba con ello y me despertaba pensando en ello. Era todo un sueño.

¿Qué supone dar ese paso de boxeador amateur a boxeador profesional?
Pues primer objetivo cumplido y primer sueño realizado. Y supone pues no lo sé, cada boxeador tendrá su forma de verlo, pero para mí fue algo grandioso y el poder demostrar a la gente lo que yo valgo. Pues yo, hace años, no llevaba una vida muy aconsejable, no llevaba una vida en la que me cuidara, mis amistades no eran las más apropiadas, las zonas en las que me movía no eran las más aconsejables y gracias a Dios, y al sacrificio que puse en esto y al empeño, pues ya ves, hay gente que lleva 7 u 8 años entrenando y aún siguen siendo amateur y yo llevo 3 años, y ya estoy en profesional, tengo 3 peleas y todas con victoria. Supone esfuerzo y dedicación.

– Boxeo profesional, boxeo rentado, pero las rentas percibidas no son para tirar cohetes, ¿compaginas trabajo con los entrenamientos o puedes dedicarte en exclusiva al boxeo?
Hoy por hoy, compagino el trabajo con los entrenamientos. Me levanto temprano, a las 7 de la mañana, para empezar el primer entrenamiento que es el físico. Luego a desayunar y me dirijo al trabajo. Por la tarde, a entrenar duramente de nuevo.

Y de no haber sido boxeador, ¿a qué te hubiera gustado dedicarte?
Al deporte, siempre deporte.

– Compites en el peso ligero, ¿cómo te encuentras en este peso?
La verdad es que me encuentro bastante bien. Es más, ahora en esta última pelea que veo que tengo que pesar un poco más, los entrenamientos que vengo realizando, los hice con unos 4 ó 5 kilos por encima del peso en el que estoy habituado a pelear y no me encuentro tan cómodo como en el peso ligero.

– Emiliano Casal, Cristian Morales, King Daluz y tu vecino Alejandro Rodríguez Pereira entre otros, son algunos de los principales nombres del peso ligero, ¿a quién te gustaría enfrentarte?
Pues a su debido tiempo, a todos. Creo que tarde o temprano deberé enfrentarme a todos ellos. Por supuesto que para ello voy a dar el 100% para enseñar a España que estoy dispuesto a quedar campeón nacional, este año no porque es algo precipitado, pero tarde o temprano voy a conseguir mi objetivo porque soy muy cabezón, y todo lo que me propongo, lo acabo consiguiendo.

– El próximo 16 de mayo, disputarás tu cuarto combate como profesional, ¿cómo llegas a este choque?
Como siempre te digo, cada vez llego mejor. Los entrenamientos cada vez son más duros; la dedicación cada vez es mayor; sabemos entrenar mejor; estamos aprendiendo más como boxeador, más técnicos y vamos a llegar bien, al 100%, de eso no hay duda.

– ¿Cómo es el día del combate?
El día del combate es, no sé, una sensación de alegría. Te levantas por la mañana y prácticamente ya hasta realizo sombra por casa, mi novia me dice asustada que si estoy loco (se ríe). Pero son ya las ganas, el día antes estoy casi sin dormir. Es, no sé, más que nervios son las ganas de subirme al cuadrilátero y demostrar todo lo que he entrenado, todo lo que he sufrido, las dietas, en definitiva todo, y poder demostrarlo ahí arriba.

– ¿Tienes alguna costumbre o ritual antes o después de boxear?
Siempre. La noche antes del combate coloco toda mi ropa; las zapatillas; los guantes con los que voy hacer allí en el vestuario el calentamiento; las vendas tienen que llevar un orden; los calentadores siempre son los mismos y luego, le pongo un crucifijo de Cuba, que me lo trajo un santero cubano y amigo, y esa ropa no la puede tocar nadie. Cuando llego al vestuario y la coloco, tampoco la puede tocar nadie hasta que me subo al ring.

– ¿Qué objetivo te marcas para lo que resta a este 2014?
Pues intentar hacer por lo menos 2 ó 3 peleas más. Si hay suerte, si se puede llamar así, intentar hacer 7 peleas y en los meses de noviembre y diciembre, si puede caer algo, que caiga y si no, pues esperamos al año que viene y seguir haciendo la carrera y sobre todo, seguir invicto.

¿Y a medio o largo plazo?
Título de España, algún título intermedio o cualquier título que se presente.