José Manuel Moreno
@josemorenoco
El estadounidense de Chicago Peter Quillin (31-0, 22 KO) sorprendió al mundo del boxeo al renunciar a su corona del peso medio de la WBO la pasada semana. «Kid Chocolate» se proclamó campeón en una fenomenal pelea ante el francés Hassan N’Dam N’Jikam en octubre de 2012. Posteriormente, retuvo tres veces el cinturón ante Fernando Guerrero, Gabriel Rosado y Lukas Konecny, las dos primeras por nocaut y la última, en abril pasado, a los puntos y sin brillo.
En principio, estaba cantado que se enfrentarían por el cetro vacante el nº 1 del organismo que preside Paco Valcárcel, el ruso Matt Koborov y el nº 2, el irlandés Billy Saunders, una pelea aparentemente poco atractiva. Pero hete aquí que entró en escena el campeón mundial del peso superwélter Demetrius Andrade (21-0, 14 KO) y solicitó a la WBO la posibilidad de optar al título mundial del peso superior. El pasado miércoles la WBO aceptó la proposición de Andrade, cuyos promotores son Artie Pelullo y Joe DeGuardia, y Andrade se verás las caras con Korobov, cuya promotora es Top Rank. Existen los 15 días de rigor para un acuerdo entre las partes, y si no, se procederá a la subasta del combate. «Estamos muy contentos con la WBO y es una gran oportunidad para que Demetrius sea campeón en dos divisiones» afirmó Pelullo.
Al que no le ha hecho mucha gracia la decisión del organismo con residencia en Puerto Rico ha sido a Bob Arum, quien ya contaba con un acuerdo con el promotor de Saunders, el británico Frank Warren. Lo que sigue siendo un misterio son las razones de Quillin (en la foto golpea a Rosado) para dejar vacante su corona. Y más teniendo en cuenta que iba a ingresar ante Korobov (24-0, 14 KO) en el combate previsto en Washington la friolera de 1,1 millones de euros. «Aspiro a combates más importantes». Suena raro, cuando no se atisba ninguna oferta en el horizonte. Pronto saldremos de dudas.