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Emilio Marquiegui

El mexicano Miguel «Mickey» Román, aparecía esta mañana a las 7,45 horas a desayunar en el hotel, tranquilo, como si estuviera de vacaciones, y  tras reparadora noche de descanso se preparara para ir a hacer turismo como otros huéspedes. Sin marcas llamativas en el rostro, Román es un rocoso veterano  con mucha experiencia, sus rivales han sido varios excampeones mundiales, varios aspirantes a títulos del mundo, este tipo de combates para él es tan habitual como la lluvia del mes de abril que mojaba ayer Barcelona.
El nuevo aspirante al título mundial WBC superpluma, que ayer noqueó en el octavo al español Juli Giner, charló un rato con nosotros:
«Estoy muy contento, todo salió como esperaba. Juli Giner demostró ser un tipo fuerte, en el primer asalto le llegué con manos duras y creí que el combate acabaría muy pronto, pero aguantó hasta el octavo y me sorprendió.»

Su sorpresa también vino por algunas buenas combinaciones de Giner que le llegaron claro, «Sí, alguna mano me llegó claro, pero en ningún momento vi borroso.»

No se asustó por el ambiente, «que fue excelente, pero ya estoy acostumbrado.»

Ante la pregunta de qué espera de Juli Giner en el futuro, Román fue muy sincero: «Juli Giner es un buen boxeador, es duro, pero no para estar en la élite mundial. Un púgil de los mejores me hubiera aguantado más, mis manos le hicieron daño en exceso. Es un buen púgil pero no para estar en lo más alto de las clasificaciones.»

Ahora, Miguel Román ha comenzado a pensar en su próximo oponente para el título del mundo: «Espero que gane Orlando Salido a Francisco Vargas , su estilo me viene mucho mejor.»

Y ahí le dejamos, madrugando como el que más, desayunando antes incluso que sus entrenadores, lo de ayer ya está olvidado.