Manuel Valero
@Manu_Valero

La histórica carrera como boxeador profesional de Manny Pacquiao (58-6-2, 38 KO) finalizó de manera victoriosa ante Timothy Bradley (33-2-1, 13 KO), sumando su segunda triunfo sobre el americano. A pesar del poco interés creado, el MGM Grand de Las Vegas registró una buena entrada, vibrando con cada movimiento del filipino desde el inicio.
Los veinticuatro rounds previos infundieron respeto entre ambos, sin llegar ninguna mano clara en los primeros cuatro asaltos. Bradley boxeó muy alejado de la guardia de su rival, que lo recibía con manos a la contra, especialmente con su recto de izquierda.

Pacquiao fue ganando confianza ante un Bradley falto de ideas. Cuando iba a apuntarse el californiano el séptimo asalto, lo que no había ocurrido en los dos enfrentamientos previos lo privó de ello: el boxeador filipino derribó a su rival. “Desert Storm” salió más agresivo al octavo, encerrando a Pacquiao. El pupilo de Freddie Roach se apuntó un nuevo 10-8 en el noveno asalto, declarando Bradley después que no se acordaba de la caída.
El “efecto” Teddy Atlas sólo aportó bramidos desde la esquina a Bradley, que se encontraba los golpes del filipino cada vez que intentaba recortar terreno. El estadounidense lanzó una ráfaga en los últimos segundos que fue contestada por Pacquiao, que cerró la pelea con buenas sensaciones. Con el fantasma del combate de 2012 en mente, el filipino se llevó la victoria por decisión unánime con un triple 116-110 en las cartulinas.

Pacquiao, de 37 años, demostró que a pesar de estar lejos de su mejor nivel pocos boxeadores pueden derrotarle actualmente, aunque ya no realice las feroces combinaciones que nos regaló durante su memorable trayectoria. El filipino aseguró que se centrará en su familia, la ayuda a los desfavorecidos y en su campaña política, esperando que el triunfo ante Bradley le sirva como impulso para llegar al senado de su país el mes próximo. Queda por ver si ha colgado los guantes de manera definitiva o tanto él como Mayweather volverán a subir a un cuadrilátero para llevarse otra bolsa astronómica. Bob Arum y Freddie Roach ven posible un combate más, siendo factible la participación de “Pacman” en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro. Bradley tendrá que decidir su futuro tras perder nuevamente ante Pacquiao, mostrando su respeto por el tagalo, al que pidió quedar a desayunar nada más terminar el combate.