El boxeo, en su más pura esencia, jamás ha soportado que un púgil con los guantes colgados como lámparas, en plan provocativo y chulesco, encima se ría entre el ensogado. Y lo haga frente a su rival de turno. El pugilismo, de raíces olímpicas, es una manifestación del músculo que merece todos los respetos y donde siempre se ha valorado el sacrificio, el tesón, la seriedad y, sobre todo, la compostura entre los púgiles y hacia el público.
Y este pequeño prólogo viene a colación por la actuación que nos ha brindado , en el Pancho Camurria de Santa Cruz (06/07), el púgil marroquí-español Mustafá Chadlioui en su reciente combate con el tinerfeño Ibrahim López, actual campeón de España de los pesos cruceros.
Mustafá, desde el toque inicial de gong, y con sus peculiares ademanes, intentó erradicar del pugilismo sus más preciadas esencias: combatividad, eficiencia , defensa y sentido común. Y con aquellos gestos atrevidos, desafiantes y de nula positividad, enfrascó a su oponente en un boxeo acomodaticio, carente de riesgo, sin pizca de interés y con evidente empacho de rutina. Mustafá se reía de su propia sombra. Pocas veces habíamos presenciado tales notas en un ring. En algunas fases del combate parecía que ambos contendientes estaban haciendo una sesión de guantes en el familiar gimnasio. El público, incluso tan afín al tinerfeño, le silbó al isleño cuando, una y otra vez, le dio la espalda a su contrincante; y también desaprobó las acciones absurdas del marroquí-español que, en cuatro ocasiones, y como amateur, se había proclamado campeón de España en las categorías máximas.
Ibrahim, muy limitado
En el Ibrahim-Mustafá hubo momentos en que la combatividad brilló por su ausencia. Si allí hubiese estado Barrera Corpas y se da cuenta de tal desgana seguro que aquel “Ciclón del Atlántico” hubiera subido al cuadrilátero para darles lecciones de entrega e ímpetu. Ibrahim fue muy limitado. No se puede estar durante ocho asaltos esperando y esperando el golpe definitivo .Hay que moverse más; hay que ser mucho más creativo; en pocas palabras, Ibrahim tendrá que arriesgarse si quiere interesar y entusiasmar al público y, de paso, a la empresa Maravilla Box, que ojalá siga ayudándole como, desde otro ángulo, lo viene haciendo Efraín Medina, ahora galardonado. por la Federación Tinerfeña, con un trofeo que llevaba esta inscripción: “Al Ángel de la Guarda del Boxeo Tinerfeño”. Faltando escasos segundos para finalizar tan extraña y desigual contienda, Ibrahim hincó sus rodillas en la lona tras recibir un “impacto perdido” de su antagonista. El gong vino en su ayuda. Y ahí está el resultado técnico que emitieron los jueces: match nulo. No hacen falta más comentarios.
King Daluz, “mutilado»
Dignidad, entrega, respeto y pundonor deportivo sí que brindaron dos veteranos del ring: el gallego Jesús García Simón y el grancanario David Pulido. El primero tuvo como rival al tinerfeño Juan Carlos López “King Daluz”, que salió “mutilado”. Y con esa merma un púgil siempre se distorsiona. Al isleño le traicionó la lesión de su derecha. Y se notó en los ocho asaltos que disputó. King Daluz lo tiene todo para convertirse en figura: excepcional envergadura; estatura para la división en que milita; es rápido, bullicioso y está muy bien preparado. Sabe el valor técnico que atesora el directo de izquierda, que tan sabiamente lo proyectaba nuestro recordado Sombrita. Y con esta arma a Daluz le bastó para doblegar a esa pesadilla combativa que responde por Jesús García que, en ningún momento, le dio descanso al isleño, que tutela la familia Santana.
La contundencia de Zeben Díaz
David Pulido, muy bien dirigido por el inmarchitable Delgado, interpretó fielmente el único papel que se le había asignado: emplear sus piernas, sus desplazamientos, nunca la huida, ante un rival de la contundencia y preparación física de Zeben Díaz, que nunca descompuso su línea de combate ante aquella permanente persecución. David solo se paró en el primer asalto. Y allí fue cazado. E hincó la rodilla en la lona. En el último asalto, el médico oficial de la velada, Agustín Amaro, determinó que las heridas de David eran suficientes para detener las hostilidades. Pulido, todo un “gladiador del ring”, no debe seguir tentando a la suerte, A sus 39 años hay que pararse a meditar muy seriamente. Su preparador, Delgado, ya no los había adelantado:” Me gustaría que fuese el último combate de David”.
Velázquez y “Pampito”
Nuestro ilustre y flamante excampeón del mundo, Miguel Velázquez, desde el “ring-side”, sigue echándose las manos a la cabeza cuando presencia, en sus respectivos rincones y aledaños, a algunos de nuestros exaltados y decibélicos preparadores locales, que siguen desoyendo las reiteradas advertencias de los directores de combate. Y es que Velázquez, con evidente añoranza, se acuerda, a cada instante, de aquel excepcional preparador argentino “Pampito Rodríguez, que tanta ciencia y modales le enseñó. “Cuando estaba en el rincón- nos confiesa Miguel-apenas me hablaba. Con sus gestos y mirada me decía lo que habíamos preparado en el gimnasio”. Ahora, Velázquez y todos nosotros, seguimos “gozando” la bulla, los aspavientos y el griterío de ciertos y determinados preparadores locales, que parecen no tener remedio, envueltos y amenizados con esa dichosa música ambiental de alocada discoteca que, irremediablemente seguimos soportando, aunque parece que se va atenuando…
Farrais y Amelio
Y, gracias a Dios, la antítesis de todo lo anterior lo observamos en el preparador Farrais, responsable del Gimnasio Teide Box, de Puerto de la Cruz, que sigue dando lecciones de sobriedad, mesura y competencia. Presentaba en esta velada mixta a uno de sus pupilos, el ligero Amelio, de elogiable estilo, gran preparación física y luciendo una línea combativa muy estimable. Para nosotros fue el púgil más destacado de la noche; pero los jueces, disparatados, le dieron perdedor.
La soledad y el Boxam
Como colofón añadir que en esta velada se notó la ausencia, en el cuadrilátero, del árbitro-juez internacional Juan Tomás Rodríguez Tejera, ahora desempeñando la función de presidente de la Federación Tinerfeña de Boxeo. Estimamos, por lo detectado, que Juan Tomás se encuentra como Gary Cooper, o sea, “solo ante el peligro”, dado el escasísimo apoyo que tiene de los miembros de su junta directiva, si es que la posee. Ahora que dicho presidente ha logrado, con su particular esfuerzo y tesón, que Tenerife, de nuevo, sea sede del Torneo Internacional Boxam, tiene que encontrar el personal adecuado para evitar tal soledad, tan poco aconsejable en estas circunstancias.
RESULTADOS TÉCNICOS DE LA VELADA
Amateurs, 3 asaltos de 3 minutos.
Pesos wélters.-Aaron, del Gimnasio Howard, venció por puntos a Carlos, del G.Rutman. Arbitró, Raquel Torres.
Pesos ligeros.-Alexander, del G. Star Gym, venció por puntos a Amelio, del Teide Box. Arbitró, Vanesa Bolaños.
Profesionales, 6 asaltos de 3 minutos. Pesos wélters.
Zebenzuí Díaz, de Tenerife, venció por k.o.técnico en el sexto asalto a David Pulido, de Las Palmas. Arbitró, Rayco Santana.
Profesionales, 8 asaltos de 3 minutos. Pesos ligeros.
Juan Carlos López “King Daluz”, de Tenerife, venció por puntos a Jesús García Simón, de Vigo. Arbitró, Alberto Siverio.
Profesionales, 8 asaltos de 3 minutos. Pesos cruceros.
Ibrahim López, de Tenerife, hizo match nulo con Mustafá Chadlioui, de Barcelona. Arbitró, Rayco Santana.
Oficiales federativos: médico, Agustín Amaro; locutor, Ernesto Zamorano; cronometrador, Domingo Cabeza.
Antonio Salgado Pérez
ansalpe38@hotmail.com