Daniel Pi
@Bastionboxeo

El sábado, en el resort MGM National Harbor de Oxon Hill, a las afueras de Washington D.C. (Estados Unidos), y con retransmisión de HBO, uno de los boxeadores más brillantes de la actualidad volverá a subirse a un ring buscando deslumbrar al público con su boxeo. Éste es el campeón WBO del peso superpluma Vasyl Lomachenko (7-1, 5 KO), que recientemente está escalando muchos puestos en el ranking de todos los pesos, puesto que, a la vez que varios púgiles de la parte alta han sufrido derrotas o no han lucido tanto como en el pasado, el rendimiento del ucraniano no ha parado de progresar.

Las mejores muestras de que el boxeo del ucraniano está llegando a un punto culminante se encuentran en sus dos últimas peleas. En una de ellas, el campeón “Rocky” Martínez fue noqueado brutalmente en cinco asaltos tras un recital de boxeo técnico de Lomachenko, que puso de manifiesto una fulgurante velocidad y una excelencia técnica. En la otra, el pasado noviembre, la superioridad del monarca resultó todavía más sorprendente, ya que, enfrentándose a Nicholas Walters, un imbatido noqueador que había pulverizado a Nonito Donaire y que había sido el número 1 del peso pluma, dominó totalmente el encuentro, hostigó a su rival y con detalles de enorme calidad lo desarboló hasta tal punto que el jamaicano, en una decisión muy criticada, decidió abandonar.

Por todo ello, es evidente que sólo pueden tener sentido para Lomachenko los mayores combates, aunque el grado de dificultad suprema que presenta su boxeo, prácticamente perfecto técnicamente hablando, le está dificultando sobremanera, también en el peso superpluma, encontrar oponentes de nivel.

Una excepción ha sido Jason Sosa (20-1-4, 15 KO), que es quien ha aceptado medirse a él en esta subida a un ring. El retador no es un púgil que evite el riesgo, habiéndose enfrentado en sus últimas tres peleas a Nicholas Walters, al entonces invicto Javier Fortuna y a Stephen Smith, logrando respectivamente un empate (aunque resultó muy polémico, ya que la mayoría vio una clara victoria de Walters), una victoria contra pronóstico por nocaut técnico y un contundente triunfo unánime. Con esta experiencia y éxitos recientes sumados a evidentes cualidades, como una gran tenacidad y resistencia, buena capacidad de respuesta en los cruces de golpes y potente pegada, Sosa sería una amenaza para cualquier boxeador, aunque quizás no para Lomachenko, dado que muy pocos pueden aspirar a estar a su altura.

Teniendo en cuenta que ante Fortuna, que se imponía en las tarjetas cuando fue noqueado, Sosa tuvo muchos problemas para acortar la distancia y responder al boxeo dinámico, todo ello a la vez que se veía incomodado por los cambios en la línea de ataque, es de esperar que la superior velocidad de Lomachenko y sus fugaces entradas y salidas, con variadas combinaciones de curvos y directos, y su astucia táctica sean demasiado para él. En cualquier caso, la acometividad de Sosa se presta para que se genere un espectacular combate en el que se debería poder ver lo mejor del repertorio de Lomachenko, que se está planteando un ascenso al peso ligero sino consigue pactar pronto una pelea de la mayor trascendencia en el peso superpluma.