Daniel Pi
@Bastionboxeo

Durante más de una década la división del peso pesado, que tradicionalmente ha sido una de las que más atracción ha acumulado, ha pasado por una severa crisis en cuanto al nivel de sus boxeadores y en cuanto a número de grandes enfrentamientos, pudiéndose contar con los dedos de una mano los encuentros que han levantado una enorme expectación. Por ello, este sábado se producirá la que está siendo considerada sobre el papel una de las mayores pugnas del peso pesado del siglo XXI. Y es que el principal exponente de una generación de jóvenes boxeadores que buscan renovar la categoría, Anthony Joshua (18-0, 18 KO), se medirá al púgil que ha dominado, junto a su hermano Vitali, el peso máximo durante más de diez años, el excampeón unificado WBA, WBO e IBF Wladimir Klitschko (64-4, 53 KO).

Este excepcional combate contará además con un magnífico escenario, ya que ambos pelearán por la primacía de la división en el Wembley Stadium de Londres, que será abarrotado por 90.000 espectadores, batiendo el récord británico de asistentes a un combate de boxeo establecido en el Froch-Groves II. De hecho, el promotor Eddie Hearn ha afirmado al respecto: “Es incuestionablemente la mayor pelea de la historia del boxeo británico y podríamos haber vendido todas las entradas de Wembley dos veces”.

Por si todo esto fuese poco, el vencedor del encuentro saldrá con los cinturones mundiales IBF y WBA, dado que, además de la corona puesta en juego por Joshua, campeón de la Federación Internacional de Boxeo, estará en liza el cinto vacante de la Asociación Mundial de Boxeo, por lo que con este combate se dará un paso decisivo para buscar pronto a un nuevo campeón indiscutido que posea las cuatro coronas.

Centrándonos en lo estrictamente deportivo, el Joshua-Klitschko está siendo interpretado en base a la clásica contraposición entre juventud y veteranía. Con 27 años, una potencia física prácticamente inigualable actualmente y combinada con una velocidad de manos y piernas increíble para su altura de 1,98 m y sus 2,08 m de alcance, Joshua es el ligero favorito de las casas de apuestas. Además, el temible noqueador británico, con 100% de victorias antes del límite y que nunca ha pasado del séptimo asalto, no sólo cuenta de su lado con sus propias ventajas físicas o técnicas, puesto que el antiguo dominador de la categoría no llegará en las mejores condiciones.

Después de una actuación no demasiado buena ante Bryant Jennings, en noviembre de 2015 Klitschko fue vencido claramente por Tyson Fury, ofreciendo entonces el ucraniano un boxeo realmente pobre, dado que se apoyó en una frecuencia de golpeo bajísima y no supo contrarrestar el planteamiento de su rival. Tras este pésimo precedente, en el que muchos creen ver que se acerca el final de su larga carrera, iniciada en 1996, Klitschko, de 41 años, no ha vuelto a subirse a un ring, entrando al combate de este sábado con 17 meses de inactividad.

Con todo, aunque los precedentes recientes no están a su favor, habiendo arrollado Joshua por su parte a todos sus oponentes, el “Dr. Steelhammer” posee una innegable y enorme ventaja en un crucial campo, el de la experiencia. Con 28 peleas de campeonato mundial, 68 combates disputados o 358 rounds, Klitschko supera por mucho las 3 peleas por título mundial y los 18 duelos o 44 asaltos de Joshua. Además, el británico puede contar a Whyte como su rival más complicado hasta la fecha, mientras que Klitschko se ha medido a adversarios de la talla de Haye, Rahman, Povetkin, Chagaev, Fury o Pulev, combatiendo en repletos estadios a la vez que defendía sus coronas múltiples veces durante 11 años. Por otro lado, el visitante, que siempre ha vuelto más fuerte tras sus derrotas, una vez que ha visto su racha terminada llegará al choque con menos preocupaciones y lleno de ambición por afianzar su legado y recuperar su perdida posición. En cambio, Joshua, del que muchos dicen que no está preparado todavía para un reto tan grande, ha dejado ver que, aunque esto no condicionará su actuación, a diferencia de en otras ocasiones siente una gran presión por pelear en este importantísimo encuentro, algo que su rival considera determinante.

Respecto al desarrollo del cruce, indudablemente, Klitschko, aunque es visto por algunos como una víctima propiciatoria, esta vez no se dejará dominar en el centro del ring sin ofrecer respuesta como hizo ante Fury, siendo inevitable que ofrezca un planteamiento más combativo y también más astuto. Con todo, no será fácil que pueda imponer su característica táctica de jab-clinch, que tantos éxitos le ha dado, ante un contrincante de sus mismas medidas, que puede acortar la distancia y atacar con suma velocidad y que puede gestionar el ring a la perfección con su desplazamiento.

Si la pelea mantuviese un ritmo bajo, la precisión con los jabs y directos de ambos jugaría un papel trascendental y el bagaje de Klitschko en este tipo de peleas le daría una ventaja. Si el ritmo es elevado, el agresivo y arrollador avance de Joshua daría la clave a su favor, si bien no se puede olvidar que la única vez que el imbatido ha sido estremecido fue con un contragolpe ante Whyte cuando se volcó al ataque, teniendo por ello que tener mucho cuidado con los demoledores cruzados a la contra de un Klitschko con un 83% de sus victorias antes del límite.

En cualquier caso, dejando al margen el desarrollo y el desenlace, el Joshua-Klitschko resulta un combate de suma importancia que podría ser el final definitivo de una era y el inicio de otra o la prolongación de un larguísimo reinado, siendo además una de las peleas más interesantes de este año y una que sin duda ocupará un papel destacado en la historia del boxeo.