Manuel Valero
@Manu_Valero

La descabellada idea que apareció hace más de un año en varios tabloides británicos, de que el mejor boxeador de la última década, Floyd Mayweather Jr. (49-0, 26 KO), aparcaría su retirada para enfrentarse al luchador de Artes Marciales Mixtas Conor McGregor (0-0), se ha hecho realidad tras interminables meses de negociaciones y rumores, oficializándose que el combate tendrá lugar el 26 de agosto en el T-Mobile Arena de Las Vegas (Estados Unidos). «Money» Mayweather, que cumplió 40 años el pasado mes de febrero, no pelea desde que derrotase a Andre Berto en septiembre de 2014, regresando a los entrenamientos hace dos semanas, ya que el púgil estadounidense siempre se ha caracterizado por ser muy meticuloso en sus preparaciones.

«The Notorious» es un icono global, creciendo la compañía UFC de su mano, con sus desplantes y estilo espectacular en el octógono, recordando en las ruedas de prensa al propio Mayweather cuando todavía se ha apodaba «Pretty Boy». Desde que derrotase a Eddie Álvarez en noviembre de 2016, McGregor se ha centrado en mejorar su técnica boxística, confiando sus seguidores en que la edad pasará una mala factura a Mayweather, así como en la pegada y el encaje del de Dublín, que al igual que Manny Pacquiao, es zurdo.

El combate, que generará cifras astronómicas y paralizará al mundo, como ocurriese con el Mayweather-Pacquiao, tiene escaso interés en el apartado deportivo, siendo Mayweather el claro favorito, pues McGregor se las vería y se las desearía para derrotar a multitud de boxeadores desconocidos. Sin embargo, atraído por la gran bolsa que recibirá de la pelea que será retransmitida por Showtime, el irlandés ha decidido aceptar que el combate sea en boxeo, recibiendo la licencia de la Comisión Atlética de Nevada. Mayweather se embolsará más de cien millones de dólares por pelear con un debutante, aprovechando la ocasión para tratar de superar el récord de 49-0 que comparte con Rocky Marciano. La pelea tendrá lugar en el peso superwélter, a la distancia de doce asaltos, barajándose los nombres de Gervonta Davis y Badou Jack como teloneros de excepción. Además, «Money» ensombrecerá la promoción de la pelea que librarán Saúl «Canelo» Álvarez y Gennady Golovkin -esta sí posee un gran atractivo deportivo-, para perjuicio de su enemigo Óscar De la Hoya.

No será la primera vez que Mayweather se enfrente a un deportista de otra disciplina, ya que en 2008 participó en Wrestlemania para realizar una pelea de lucha libre con el wrestler conocido como Big Show. Con el precedente del Muhammad Ali-Antonio Inoki, queda por ver si el estadounidense se empleará a fondo, o dejará que pasen los asaltos. Lo que sí está asegurado es que el Mayweather-McGregor ocupará páginas en los diarios de todo el mundo, con declaraciones de ambos, que no se morderán la lengua durante las próximas semanas, con el objetivo de que las ventas en PPV sean todo un éxito.

Las opciones de McGregor son mínimas para Sportium, la casa de apuestas líder en España, que paga su victoria a 7,50€ por cada euro. Por la de Mayweather, 1,08€. Pinchando aquí podrás ver el resto de apuestas disponibles. ¡Suerte!