José Lázaro-Carrasco Fernández
Querido Lorenzo: te he conocido lo suficiente para saber que no te gustaría mucho que contara lo que voy a narrar, tu humildad no te lo permitía, pero creo que es mi obligación que las nuevas generaciones conozcan quién has sido y lo que has hecho por ellos.
Fundaste la Asociación de Boxeo Mundo Hispano junto a dos amigos Rubén Martínez y yo mismo, lo hiciste porque las grandes organizaciones no daban apenas oportunidades a los boxeadores hispanos, tendrían que ser extraordinarios para que les demandaran y entonces los acaparaban, en caso contrario no tenían ninguna posibilidad de progresar, tu rompiste con esa injusticia y con el título creado se dieron a conocer en el mundo de habla hispana más de 500 nombres hispanos, les facilitaste la oportunidad.
Tu trabajo para el Boxeo Hispano y Mundial no tenía horas, acoplaste tu vida al horario de América y atendías llamadas a altas horas de la noche o madrugada. Esta labor yo la conozco, la mayoría del boxeo español, NO.
Insistías con llamadas a grandes organizaciones para que incluyesen a boxeadores españoles en sus listas, unas veces razonabas y otras lo lograbas por pesado, discutías y al final, allí estaban los boxeadores españoles. Esta labor yo la conozco, la mayoría del boxeo español, NO.
Tu gestión personal en Hispanoamérica, no tiene parangón, Eras querido y respetado en países de mucho arraigo boxístico. Argentina, México, Brasil, California, Filipinas… Allí se hicieron muchos campeones que hoy me acompañan en el duelo de tu pérdida. Esta labor yo la conozco, la mayoría del boxeo español, NO.
Tu entrega fue totalmente desinteresada, soy testigo que apenas cubrías gastos y que tu amor al boxeo puso en riesgo tu patrimonio personal. JAMÁS fue negocio o trabajo remunerado para ti, eso puede parecer falso pero es absolutamente cierto. Esta labor yo la conozco, la mayoría del boxeo español, NO.
Eres ejemplo de honestidad, honradez, trabajo, amistad y decencia, has hecho miles de favores sin respuesta, has entregado tu tiempo libre, domingos, fiestas, vacaciones y horas de sueño a personas a las que tu gestión ha encumbrado. Y hoy ante tu marcha no han sido capaces de darte ese adiós que otros sin ese bagaje han hecho.
Dos presidentes nacionales e inteligentes te ofrecieron un puesto en la Federación, te negaste aunque colaboraste al máximo con ellos. El boxeo Español se benefició.
Los siguientes presidentes nacionales te hicieron la vida imposible. Vetando su funcionamiento. El boxeo Español se perjudicó. Esto lo conozco yo, la mayoría del boxeo español, NO.
Estamos en España ese maravilloso país tan ingrato, tan lleno de ídolos de barro que solo miran su ombligo que prestan pleitesía a paniaguados sin ningún mérito personal y homenajean a personajillos ineptos. Estoy totalmente feliz de ver como quienes se han interesado por tu marcha, quienes han sentido tu falta son la verdadera semilla, el verdadero alma, la única verdad de la grandeza del ser humano y del BOXEO.
Los hombres pasan, su labor queda. La mala y la buena. Pero el pueblo que renuncia a sus valores por intereses personales, no subsiste.
Hasta siempre querido amigo, lo has dejado difícil para encontrar alguien tan versado, tan ilustrado, tan leal y que conozca tanto de Boxeo como tú, para mí imposible reemplazarte.
Hasta que Dios quiera mi amigo.