Daniel Pi
@BastionBoxeo
“Esta es una gran pelea y puede ser vista fácilmente como la mayor de nuestras carreras”, afirmó en conferencia de prensa Mikey García (36-0, 30 KO), consciente de la trascendencia del duelo que sostendrá este sábado en el Barclays Center de Nueva York (Estados Unidos), con retransmisión de Showtime, ante el siempre controvertido Adrien Broner (33-2, 24 KO), pelea pactada en el peso superligero y considerada por muchos como una de las mejores del año.
Los aspectos que hacen interesante este duelo son inabarcables, pero basta decir que un campeón en tres divisiones e invicto como García se medirá a un Adrien Broner, monarca en cuatro categorías distintas, para dejar claro lo bien emparejado que resulta este enfrentamiento, en el que dos boxeadores de enorme talento, técnica y pegada se verán las caras en un choque que debería llevar al ganador a una crucial escalada en el ranking de todos los pesos y a un fantástico cruce para cerrar la temporada. Y es que se dice que de ganar García, éste intentaría buscar un combate ante Lomachenko o contra el ganador del Crawford-Indongo, mientras que de vencer Broner, éste intentaría enfrentarse también al campeón unificado del peso superligero o a una de las estrellas del peso wélter.
De todos modos, uno de los aspectos clave de la contienda es que, por enésima pero quizás definitiva vez, un Broner con poco crédito restante deberá mostrar, ante un rival de la élite, que todavía puede ofrecer una brillante actuación en la que recupere el fenomenal rendimiento que al inicio de su carrera le permitió apuntar a las mayores cotas del pugilismo de pago. A nadie le pasa por alto este ámbito del combate y ni mucho menos a Broner, que ha señalado al respecto: “Siento que mi espalda está contra la pared, todo el mundo me está descartando una vez más”.
Aun así, dejando de lado la inacabable lista de polémicas deportivas y extradeportivas que han salpicado su carrera, y que son muchos los boxeadores que han intentado escapar de una situación similar a la suya sin éxito, Broner está convencido de que este es su momento, enardecido moralmente, entre otras cosas, por la desventaja que tiene en las apuestas, que afirma que no puede creer: “No me dan ninguna oportunidad. Pero todos vosotros podéis decir que McGregor va a vencer a Floyd [Mayweather] ¡Tío, el boxeo está loco!”.
Al margen de la incredulidad de Broner, que no sea favorito resulta comprensible para la mayoría y también para García, que dijo en este sentido: “La gente cree que es inconsistente y es por eso que quizás me ven como favorito”. Efectivamente, la irregularidad ha marcado de forma absoluta la carrera reciente de Broner, que después de caer ante Maidana dominó a Carlos Molina pero sólo para posteriormente sufrir para ganar a Emanuel Taylor, resultados sucedidos por un abrumador triunfo ante John Molina Jr y una clara derrota ante Shawn Porter. Dicho esto, en sus últimas tres peleas, aunque tuvo muchos problemas con el peso, sobre el ring mostró una mayor seriedad y constancia, si bien en su último encuentro ante Granados esto no le sirvió para lograr una victoria incuestionable.
Sea como sea, las dudas y las preguntas sin respuesta no sólo están en la esquina de Broner, que esta vez ha entrenado con tanta dureza que estaba en peso una semana antes del combate, sino que García también tendrá que afrontar las suyas en esta pelea definitoria para su carrera. Esto es así porque para muchos de sus compatriotas no se ha medido a boxeadores del suficiente nivel, considerándose que sus victorias ante Orlando Salido, Juanma López o Román Martínez no son ni mucho menos bastante para que sea valorado como una insigne figura ni para merecer un puesto en el top 10 de todos los pesos. De hecho, muchos creen incluso que está sobreprotegido y que ha elegido rivales a su medida para mantener su perfecto récord. García conoce estas negativas valoraciones, a las que ha contestado señalando que no es todavía una gran estrella sólo a consecuencia de su inactividad de dos años y medio, pero que el combate de este sábado será el primer paso adelante para alcanzar la cumbre del pugilismo y mantenerse de forma constante en los encuentros de mayor relieve.
Sobre el desarrollo del enfrentamiento, ambos púgiles han coincidido plenamente en su análisis, asegurando los dos que avanzarán abiertamente en búsqueda de la confrontación y la ruptura de su rival, que se verá obligado a caminar y buscar espacios una vez que sienta su tremenda pegada, aunque no podrá evitar ser quebrado en su resistencia. En cualquier caso, incluso obviando que hay mucha distancia de las palabras a los hechos, en el hipotético caso que ambos boxeasen con la misma táctica y propósitos, de ningún modo encontrarían frente a ellos a un igual, dado que sus estilos son completamente diferentes. García es uno de los púgiles más ortodoxos del boxeo actual, con una ejecución perfecta de sus golpes y movimientos conforme a los manuales, siendo su uno-dos intachable al igual que su aproximación con el jab, entre otros puños. En cambio, Broner es un púgil mucho más heterodoxo, que utiliza trayectorias muy variadas, a veces imprevisibles, y que se apoya en su velocidad y agilidad naturales y en su instinto mucho más que en las valoraciones estratégicas, siendo especialmente efectivo al contragolpe.
En teoría, se considera que el boxeo en corta de García es muy inferior y que Broner, por su mayor fortaleza física y por no tener margen para generar dudas, debería tomar la iniciativa y presionar prolongadamente buscando los intercambios, pero esto quizás le pueda exponer a los directos de su oponente, que posee además una excelente defensa dinámica. Así, quizás, para los intereses de “The Problem” sería conveniente apoyarse en su grandes esquivas, en su veloz jab y su fulgurante directo aislado a la espera de que García acorte los espacios y pueda contragolpearle con sus temibles uppercuts y hooks. De todos modos, García posee una precisión quirúrgica en sus ofensivas y puede llegar a ser muy cauteloso y terriblemente eficiente cuando se le deja boxear con espacios, siendo incuestionable su versatilidad en el boxeo con iniciativa y sin ella, por lo que ningún escenario es totalmente descartable ni segura su utilidad, menos aún en un choque en el que hay tanto en juego.
Sea como sea, los dos están repletos de confianza, tienen mucho que demostrar y son dos potentes noqueadores con enormes capacidades técnicas, por lo que resultará sumamente difícil que este no sea un estupendo combate de boxeo que, si bien puede desembocar en un choque más táctico de lo previsto, debería ser muy entretenido y además un punto de inflexión para la solidificación del ganador como una destacada estrella del boxeo actual.
Como se esperaba, esta vez Broner no tuvo problema alguno en su paso por la báscula, siendo incluso menos pesado que un García que asciende para esta pelea del peso ligero al superligero. Broner paró la romana en 62,9 kg y García en 63,3 kg, por lo tanto, los dos por debajo de 63,5 kg, límite de la categoría.
Un respaldo excepcional
Si este sensacional combate estelar no fuese motivo suficiente para visualizar esta velada televisada por Showtime, además, en el evento serán incluidas dos eliminatorias finales y un buen combate de peso pesado. Y es que el excampeón del superwélter Jermall Charlo (25-0, 19 KO) debutará en el peso medio disputando una eliminatoria final WBC midiéndose al número 1 del ranking Jorge Sebastián Heiland (29-4-2, 16 KO), el extitular del peso gallo Rau’shee Warren (14-2, 4 KO) combatirá en una eliminatoria IBF del peso supermosca ante otro exmonarca como McJoe Arroyo (17-1, 8 KO) y el top 10 del peso pesado en tres organismos Jarrell Miller (18-0, 16 KO) peleará en una prueba de fuego ante un Gerald Washington (18-1-1, 12 KO) que se enfrentó a Deontay Wilder hace cinco meses.