Daniel Pi
@BastionBoxeo

Con un récord combinado de 41-1 y 40 nocauts y habiendo dejado ambos por el camino una gran cantidad de brutales fuera de combate, el enfrentamiento entre el cubano Yunier Dorticós (21-0, 20 KO) y el ruso Dmitry Kudryashov (21-1, 21 KO) parece la pelea más abierta y trepidante de todos los encuentros que componen los cuartos de final del torneo World Boxing Super Series. Y es que, como han demostrado tantas veces, los dos boxeadores sólo necesitan conectar una única mano en el lugar y el momento preciso para demoler a su rival y terminar la contienda, pudiéndose granjear en este caso el acceso a la semifinal de las WBSS ante el vencedor del choque entre Murat Gassiev y Krzysztof Wlodarczyk.

Teniendo ambos una pegada tan descomunal, las previsiones sobre esta contienda pueden resultar en gran medida baldías y las apuestas a favor de uno u otro sumamente arriesgadas. De todos modos, no pasando por alto que los errores y los descuidos se cobrarán un precio enorme, hay diversos factores que hacen que este combate, que será el estelar de una velada disputada en el Alamodome de San Antonio (Estados Unidos), sea más bien un choque de estilos que un mero enfrentamiento de temibles noqueadores que centren sus posibilidades de triunfo en un decisivo cruce de golpes.

El titular regular WBA Dorticós es un púgil de sólida técnica, adquirida en más de doscientas peleas como amateur, trayectoria en la que destacan su participación en el mundial y tres platas en los complicadísimos campeonatos nacionales cubanos. En contraste con su buen desplazamiento, su elevada precisión y su efectividad general, Kudryashov resulta un boxeador mucho más básico, para algunos incluso tosco, que basa en gran parte sus opciones de éxito en su excelente fortaleza física y en su grandísima potencia de golpeo.

Cuando el ruso ha realizado variaciones en su táctica de avance frontal y descarada búsqueda de los golpes de poder los resultados han sido muy negativos, siendo el ejemplo más significativo cuando decidió utilizar la defensa Philly Shell en su primer combate ante Olanrewaju Durodola y, por la nefasta ejecución de la misma, sufrió su única derrota. Pese a ello, Kudryashov parece que ha aprendido que la simplicidad es lo que mejor se adhiere a sus virtudes y, acertadamente, ha desechado ya las modificaciones, habiéndose recuperado así del citado tropiezo con tres espléndidos triunfos, de los cuales el último fue una victoria en cinco asaltos sobre el mismo Durodola.

En cualquier caso, su defensa sigue siendo uno de sus puntos débiles principales, teniendo igualmente una considerable lentitud en sus acciones y una presumible falta de resistencia física, nunca comprobada por el hecho de que jamás ha boxeado más allá del séptimo round. Es por esto que Dorticós será favorito por estrecho margen para hacerse con la victoria, más aún recordándose la formidable actuación realizada ante un púgil tan tenaz y rocoso como Youri Kalenga, al que batió por nocaut técnico en diez asaltos.

Según ha señalado el titular, en principio afrontará la pelea con calma, estudiando durante varios rounds a su oponente antes de pasar a un ataque fulminante, aunque quizás este planteamiento estratégico pueda darle una oportunidad a Kudryashov. “The Russian Hammer” suele optar por arranques muy intensos y si no se le mantiene a raya puede lograr entrar en su distancia ideal, la media-corta, donde podría conectar una mano decisiva, quizás con una de sus repentinas arremetidas (a veces con salto) con el gancho de mano adelantada. En cualquier caso, si Dorticós se protege de este terrible puño de su adversario, se mantiene móvil, aprovecha su gran ventaja en alcance (2,03 m por los 1,91 m de su rival) y usa su rápido jab, su perfecto directo diestro y sus formidables uppercuts a la contra, debería poder lograr la victoria. En caso de que, contrariamente, decida pugnar en el centro del ring, quizás Kudryashov, sin tener problemas para conectar sus golpes, tendrá una ventaja que podría ser decisiva. Sea como sea, lo que parece más seguro es que quienes esperen un nocaut, descarnados intercambios y sensacionales golpes de poder verán muy probablemente cumplidas sus expectativas plenamente.

En la ceremonia de pesaje ambos boxeadores cumplieron satisfactoriamente, dando Dorticós 90,200 kg y Kudryashov 90,700 kg, precisamente el límite de la división del peso crucero.