Daniel Pi
@BastionBoxeo

La gran velada que se producirá este sábado en el Principality Studium de Cardiff (Reino Unido), encabezada por el campeonato mundial del peso pesado entre Joshua y Takam, contará con otro título mundial masculino en juego (además de otro femenino), siendo éste el WBA del peso supermosca en posesión de Khalid Yafai (22-0, 14 KO), que lo expondrá ante su aspirante obligatorio Sho Ishida (24-0, 13 KO) en un choque que será totalmente eclipsado por el combate estelar, e incluso por el semifondo, pero que será decisivo para la imagen y el futuro del monarca de los 55,2 kg.

“Kal” Yafai sabe perfectamente que, en un momento en que la división del peso supermosca es capaz de sostener por sí misma formidables eventos en uno de los medios hegemónicos en Estados Unidos, algo impensable tiempo atrás, su condición de imbatido monarca supone un billete hacia una oportunidad, una bolsa y una atención tan enormes como inmediatas, apuntándose que en el primer cuarto del próximo año podría estar compartiendo cartel, puede que hasta ring, con el monarca IBF Jerwin Ancajas o con el exnúmero 1 de la categoría “Chocolatito” González, que no ha cesado de reclamar recientemente un combate ante él.

Por otro lado, contraponiéndose a sus brillantes opciones de futuro, Yafai admite que su última actuación no fue la mejor de su recorrido y que fue insuficientemente buena como para poder demostrar, más allá de cualquier duda razonable, que está listo para medirse a los máximos exponentes de la división, por lo que este sábado intentará dar un golpe en la mesa y sacarse de encima cualquier atisbo de duda.

Ante Ishida tendrá la perfecta ocasión para ello, dado que el japonés es un boxeador con cierta proyección, imbatido, con una altura 10 cm superior y que cuenta con buen encaje y técnica. Aun así, su boxeo es bastante simple y se centra demasiado en el uso del jab, que lanza incesantemente, a veces más por costumbre que por voluntad táctica, dando planos evidentes para ser contragolpeado con el directo de derecha, algo que sin duda alguna no habrá pasado desapercibido para un púgil tan astuto como Yafai. Por lo demás, no poseyendo Ishida un ritmo o una frecuencia de golpeo demasiado elevada ni más acompañamiento para su jab que un directo potente y algunos curvos de mano adelantada, el británico de origen yemení, con un boxeo mucho más profundo, hábil y versátil, debería poder hacerse con una buena victoria en la que poner de manifiesto que, como afirma, ha aprendido de su duro choque ante Suguru Muranaka.

Además, Yafai parece haberse preparado estratégicamente de forma muy adecuada, como muestra con su acertada lectura del estilo de su rival y del probable desarrollo del encuentro: “Creo que intentará boxear sobre su pie atrasado, que intentará usar su altura y alcance para mantenerme a distancia. Al principio creo que será cauteloso, pero supongo que encontraré mi distancia rápidamente”.

Ciertamente, este es el escenario más plausible y con estas y otras afirmaciones más concretas Yafai evidencia que está sobradamente preparado también mentalmente para superar convincentemente su reto en una cartelera tan importante, mandando un claro mensaje de advertencia a quienes consideran que pueden superarle con sencillez.

Tanto Yafai como Ishida dieron en la romana un idéntico 51,9 kg, cifra por debajo del límite de la categoría de 52,2 kg.