José Manuel Moreno
Existía cierta inquietud en el ambiente antes del pesaje de los contendientes de la pelea del año. Los rumores en torno al peso del «Canelo» Álvarez no hacían presagiar nada bueno. El pacto acordado entre Mayweather y el mexicano, por contrato, para hacer la pelea en 152 libras (68,9 kilos) podía echar al traste la pelea, con tanto en juego tanto económica como deportivamente.
Pero anoche, en el acto cuasi litúrgico en el mundo del boxeo, el campeón mexicano no falló: 152 libras a la primera. Gritos de ánimo de la mayoría hispana que asistió al pesaje para «Canelo» que va a boxear como en casa, a pesar de ser Las Vegas la «casa» de Floyd Mayweather, donde reside desde hace años el de Grand Rapids, Michigan. «Money» pesó 150,5 libras (68,2 kilos) que viene a ser el tercer mayor peso con el que Mayweather ha peleado en sus más de 17 años de carrera profesional.La suerte está echada y ya solo falta que desvelemos la duda de si se impone la experiencia y el invicto del norteamericano o la potencia y la juventud del azteca.