Daniel Pi
@BastionBoxeo
Primero oro mundial amateur (2011), luego oro olímpico (2012), posteriormente campeón mundial profesional por la Organización Mundial de Boxeo (2016) y ahora monarca unificado WBC y WBO del peso crucero. Esta es la imparable e inmejorable racha de títulos obtenidos por el invicto ucraniano Oleksandr Usyk (14-0, 11 KO), que este sábado, en el Arena Riga de la ciudad de Riga (Letonia), derrotó por decisión mayoritaria al imbatido Mairis Briedis (23-1, 18 KO) para arrebatarle su corona del Consejo Mundial de Boxeo y pasar a la final de las World Boxing Super Series en la modalidad del peso crucero. Las cartulinas fueron de doble 115-113 y de 114-114, siendo estas un poco ajustadas de más, pareciendo la victoria de Usyk en esta contendida pugna algo más clara.
En el comienzo el visitante se mostró activo con el jab, pero fue respondido con contundencia por los directos y ganchos de izquierda de Briedis. Con todo, y aunque los golpes de poder del letón no desaparecieron, desde el segundo asalto el zurdo Usyk ofreció una variada gama de contragolpes en uppercut, gancho zurdo y croché de derecha, abriendo así la puerta a ataques con su uno-dos y su directo enlazado con croché. Pese a ello, el enfrentamiento siguió desarrollándose dentro de una tónica de igualdad, con Briedis conectando secos jabs, acertados directos y fuertes curvos con los que obligaba a su rival a cerrar la guardia totalmente.
Poco a poco Usyk se fue soltando más, realizando plásticas esquivas e imponiendo su velocidad de manos para responder jab tras jab y anotar su directo zurdo desde la distancia larga, pasando desde el cuarto asalto a intentar tomar la iniciativa, pero se encontró primeramente con los poderosos ganchos del local. Fue en el quinto episodio cuando se alcanzó un punto de inflexión, dado que, en un aumento de la agresividad de Briedis, Usyk impactó duros contragolpes en uppercut y croché, pasando al ataque, conectando ganchos al torso y curvos al rostro que provocaron una hemorragia nasal al letón, ahora más lento y con menos ritmo.
En varias ocasiones Briedis trató de recuperar la iniciativa perdida, pero no lo logró, viéndose en el séptimo asalto ligeramente desestabilizado por un croché de izquierda. Así, optó desde el octavo hasta el final, aunque con algunas oscilaciones, por desplazarse cercano a las cuerdas y usar sus directos y fuertes hooks de ambas manos para intentar contener el empuje de su adversario. Con ello Briedis consiguió algunos resultados favorables, evitando verse desbordado e incluso ofreciendo asaltos muy igualados o favorables a sus intereses. En cualquier caso, si bien se defendió bien en tales circunstancias, Usyk lo persiguió y alcanzó con claros directos de izquierda, afilados rectos de mano adelantada y otros golpes aislados que certificaron su triunfo, eso sí, no antes de llevarse un susto final al ser sorprendido por un gancho diestro en el último round que le obligó a agarrarse.
Aunque con esta sumó la primera derrota de su carrera, protestada por sus compatriotas asistentes al evento, Briedis ofreció una complicada pelea y mostró lo difícil que es llegar a dominarlo o batirlo con solvencia, puesto que es un boxeador astuto, fuerte y, en definitiva, muy completo que siempre encuentra el camino para dificultar el despliegue de su rival, que siempre pagará un precio en su empeño por superarlo. Aun así, Usyk es un boxeador a otro nivel de velocidad y habilidad, con un superior juego de piernas (fantástico para su peso) e infinitos recursos, parte de la mejor generación de boxeadores ucranianos que ha tenido el pugilismo profesional, pareciendo destinado a escribir una brillante página en este deporte. La siguiente etapa en esta trayectoria será el 11 de mayo en la ciudad de Yeda (Arabia Saudí), donde los organizadores han decidido que se dispute por puros intereses económicos la final de las WBSS. Allí le aguardará el vencedor del choque que se producirá la semana que viene entre Murat Gassiev y Yunier Dorticós. De nuevo, Usyk será favorito en la final, aunque, habiendo mostrado ante Briedis vulnerabilidades, no podrá darse nada por sentado teniendo en cuenta la potencia de pegada tanto del ruso como del cubano.