Daniel Pi
@BastionBoxeo

El sudafricano Zolani Tete (26-3, 21 KO), campeón mundial WBO del peso gallo, tras haber sido evitado por una larga lista de boxeadores destacados ha decidido finalmente centrarse en un objetivo y no dejarlo marchar hasta que se enfrente a él, siendo éste el monarca WBA Ryan Burnett. Al respecto, Tete se mostró meridianamente claro: “Voy a volver a pelear en casa de Burnett hasta que sucumba a las peticiones del público”.

Así, apoyado por un Frank Warren siempre dispuesto a hostigar al promotor Eddie Hearn, que representa al norirlandés Burnett, Tete volverá a combatir este sábado en la ciudad de Belfast, capital de Irlanda del Norte (Reino Unido) en la que nació y reside su voluntariamente elegido archirival. Además, no lo hará en un evento cualquiera, sino como respaldo del Frampton-Donaire, que se desarrollará en un SSE Arena con capacidad para 11.000 espectadores y que es el núcleo de las grandes carteleras boxísticas de la isla de Irlanda.

Como oponente, “Last Born” Tete tendrá a un boxeador muy conocido y con apreciable renombre pero que está en la recta final de su carrera como el argentino Omar Narvaéz (48-2-2, 25 KO), que lleva en activo diecisiete años, que ha disputado 52 peleas y que ha combatido en más de 400 rounds. Esto le otorgará, evidentemente, una gran ventaja en experiencia al aspirante, pero no se considera en esta ocasión que dicho factor vaya a tener una incidencia clave, ya que el estado de forma de uno y otro contendiente y sus cualidades físicas son realmente dispares, siendo Tete quizás el boxeador más veloz y eléctrico de la actualidad en la división en contraste con un Narváez que no sólo es muchísimo menos rápido sino que contará además con una desventaja crucial en altura y alcance de 16 cm y 22 cm respectivamente.

Por ello, aunque Narváez es un boxeador que posee una técnica eminentemente superior a muchos de los oponentes que el torbellino sudafricano ha tenido delante, parece sumamente difícil que el argentino logre vencer a Tete, pagándose en las casas de apuestas por la victoria del campeón sólo tres céntimos por euro apostado. En cualquier caso, no se debe caer en el error de ajustar la previsión de este combate respecto al KO de récord que Tete logró ante Siboniso Gonya el pasado noviembre a los once segundos del inicio del encuentro, ya que “El Huracán” Narváez es un boxeador infinitamente más sólido, hábil y astuto que el citado retador, por lo que, en teoría, debería poder ofrecer una resistencia mucho mayor.

Con todo, si bien hay un mínimo riesgo de que Narváez pueda, como hizo ante el invicto Potapov en octubre, utilizar su conocimiento de ring para gestionar el ritmo de la pelea de una forma conveniente para sus intereses, lo cierto es que se espera que Tete, que posee un 81% de triunfos antes del límite, use sus larguísimos y veloces brazos para presionar con letal efectividad y poner pronto a prueba el buen encaje de su rival, que deberá apoyarse en sus desplazamientos y en sus contragolpes para intentar resistir pero sin poder beneficiarse decisivamente de su posición de zurdo, ya que su adversario también lo es. Ciertamente, Narváez podría intentar acortar los espacios y combinar ganchos en corta, pero ante un boxeador tan rápido de piernas y con tanto equilibrio su empeño se traduciría en tener que sufrir demasiado castigo en su avance, más aún tomándose Tete esta pelea como una forma de dar un golpe en la mesa.

Además de querer poner en un cuadrilátero con él a Burnett, Tete no perdona al excampeón WBO del peso supermosca Naoya Inoue que decidiese pelear por un cinto secundario WBA del peso gallo en lugar de por el título de la Organización Mundial de Boxeo que él posee y para el cual era aspirante obligatorio. De este modo, enfrentándose a un Narváez que es la víctima de la mayor victoria de la trayectoria del japonés, es de prever que Tete intente mostrarse tan demoledor como pueda para tratar de evidenciar que sus cualidades no tienen nada que envidiar a las de “Monster”, mereciendo crédito el veterano excampeón mundial de 42 años por aceptar medirse a este tan temido boxeador y no escoger otra vía, como podría haber hecho, hacia este primer mundial después del descalabro ante el nipón.

En cuanto a la ceremonia de pesaje, Tete, pese a su mayor altura, fue más ligero en la báscula, dando 52,700 kg por los 53,200 kg de Narváez, ambos por debajo de los 53,5 kg que marcan el límite del peso gallo.

La victoria de Tete se paga a 1,03 € por euro apostado, mientras que la de Narváez a 11,00 €. Además hay opciones para apostar a múltiples resultados del combate.
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