Daniel Pi
@BastionBoxeo

“Una derrota puede ser el fin”, afirmó Carl Frampton (25-1, 14 KO) antes de la realización de su combate ante Nonito Donaire (38-5, 24 KO). Con ese pensamiento en mente, el norirlandés mostró una excelente actitud para lograr una sólida victoria por decisión unánime en el combate estelar de la velada disputada este sábado en el SSE Arena de Belfast (Reino Unido). Las cartulinas de los jueces fueron de triple 117-111, sirviendo éstas para que Frampton capturase un título provisional interino WBO del peso pluma que le convierte en retador obligatorio del campeón mundial absoluto Óscar Valdez.

Aunque Donaire arrancó anotando claros ganchos al cuerpo, en el segundo asalto un Frampton oscilante en su táctica se lanzó al ataque encerrando contra las cuerdas a su rival, si bien el filipino, que mostraba una inflamación en torno a su ojo izquierdo, contraatacó sin perder el orden. Tras este arranque, en el tercer round la estrategia de ambos se estabilizó, algo que sólo hizo que beneficiar a Frampton, ya que, ante un Donaire que le persiguió sin excesivo ímpetu, “The Jackal” hizo valer su velocidad de piernas y su astucia para, apoyándose en buenas esquivas, anotar claros ganchos zurdos, directos diestros y secos jabs escogiendo convenientemente los tiempos y los espacios.

Si bien había evidenciando al comienzo destellos de rapidez, con el paso de los minutos la velocidad de Donaire se diluyó, por lo que, no mostrando tampoco “Filipino Flash” demasiada variedad de recursos, Frampton decidió volver a intentar pasar al ataque, anotando un potente derechazo, que estremeció ligeramente a su rival, junto a algunos buenos ganchos y series de rectos con el visitante de espaldas a las cuerdas.

El combate, tan pronto como en el quinto asalto, pareció haber sobrespasado un punto de inflexión, dado que Frampton imponía solventemente su jab y su directo en larga y no dudaba en realizar ofensivas que solían tener considerable efectividad, aunque Donaire no dejó de anotar curvos al contragolpe que limitaron los desbordantes ataques de su rival.

Caminando con fluidez el ring neutralizando el gran gancho zurdo de Donaire, Frampton conectó temibles derechazos y ofreció plásticas esquivas, haciendo que, una vez más, el filipino pareciese una sombra de lo que fue, pese a su voluntad de combatir y sus aisladas manos de poder. Con todo, el dinamismo de Frampton no fue invariable, dado que, por ejemplo, en el séptimo round aceptó un intercambio de golpes con su adversario encerrado en el que ambos se llegaron con notable dureza.

Entrado el choque en el último cuarto, Frampton se había asegurado la victoria a los puntos, mientras que en el ring su muro de rectos neutralizaba a Donaire, que erraba muchos de sus puños y que esporádicamente encajó golpes de poder apoyado en el ensogado. Así, a pesar de un susto en el final del undécimo asalto al ser estremecido por un gancho zurdo y de encajar algunos golpes de poder en el último episodio, en el que Donaire terminó apurado, Frampton se hizo con el incuestionable triunfo.

Vencer a un boxeador con renombre (pese a que Donaire pasa por horas muy bajas) y hacerlo luciendo e imponiendo un buen boxeo es lo que Frampton necesitaba para dejar atrás todas sus dudas y recobrar la moral para mirar al futuro con ambición. Más aún habiendo sido su retorno a Belfast ante Horacio García bastante decepcionante para sus seguidores. Muestra de todo ello fue el júbilo que mostró Frampton terminado el duelo de este sábado, que parece presagiar que en adelante no habrá margen ya para las incógnitas sobre su autoconfianza.

Respecto a qué le espera a continuación, Frampton apunta a un campeonato mundial ante el monarca WBO del peso pluma Óscar Valdez, enfrentamiento que debería ser excelente para los espectadores. No obstante, como Valdez estará de baja recuperándose de una lesión en la mandíbula, Frampton podría preparar el mundial realizando en agosto un combate ante otro oponente. Sea como sea, el norirlandés mira ya de reojo al campeón WBA Leo Santa Cruz, al que le gustaría medirse en una tercera pelea.