Daniel Pi
@BastionBoxeo

Estuvo muy cerca de que el vacante cinturón IBF del peso mosca se le escapase de las manos, pero el veteranísimo Moruti Mthalane (36-2, 24 KO), que este diciembre cumplirá su 18º aniversario como boxeador profesional, se las arregló para alzarse de una caída, sortear los apuros finales y derrotar por ajustada decisión unánime al coaspirante Muhammad Waseem (8-1, 6 KO), recobrando así un título que poseyó desde 2009 hasta 2012. Las tarjetas fueron de doble 114-113 y un 116-110, siendo esta última la más desacertada, puesto que la pugna estuvo muy contendida, tuvo asaltos igualadísimos y la victoria de Waseem podría ser también justificable.

Durante el primer tercio de la pugna, como es habitual en su boxeo, Mthalane se apoyó en una apreciable presión y una buena cadencia de golpeo para intentar compensar con ella la superioridad técnica de su oponente, y dicha táctica le dio notables resultados, logrando cimentar en las cartulinas de los jueces una ventaja inicial importante, sobre todo por su buen desempeño en el intercambio de puños. Pese a ello, a partir del cuarto round Waseem realizó un ajuste y comenzó a desplegar mejor su boxeo dinámico y a aprovechar su velocidad de manos, de modo que logró reducir la diferencia en las tarjetas.

Con todo, el púgil pakistaní no supo mantenerse firme en esta línea, permitiendo que su adversario, pasado ya el ecuador de la contienda, volviese a la carga y forzase otra vez una pelea de alta intensidad y repetidos cruces de golpes. En esta situación se llegó a un último cuarto crucial y muy igualado, en el que los dos boxeadores se alcanzaron con tremenda claridad. Pese a ello, un Waseem consciente de que estaba por detrás en las puntuaciones hizo un esfuerzo extra, conectando su gancho de izquierda arriba y abajo y veloces series de rectos entre ballesteos y fugaces esquivas. Todo ello mientras Mthalane pareció dar muestras de desgaste.

En cualquier caso, aunque bloqueó golpes con destreza, usó bien el jab y trató de anticiparse a las acciones de su rival, Waseem cruzó golpes con excesiva despreocupación, por lo que hubo momentos en los que recibió claras derechas rectas al rostro y curvas al torso que abrieron la lectura de los asaltos. Aun así, con Mthalane no mostrando la contundencia del pasado, Waseem insistió en los intercambios hasta que en el undécimo asalto una izquierda recta a la contra tumbó a su oponente, si bien su búsqueda del nocaut, ya en el último round, sólo dio emocionantes instantes en los que los dos se vieron movidos, aunque el sudafricano quedó más afectado e incluso tuvo que agarrarse.

Pese a que Mthalane tiene muchos motivos para estar feliz, dado que, en el último tramo de su carrera, ha logrado coronarse una vez más, ciertamente su rendimiento no es ya el que era. Como es lógico, años de batallar presionando y buscando el intercambio de golpes se han cobrado un precio en Mthalane, que pareció no poseer ya la pegada que tantos triunfos le otorgó en el pasado ni su característico encaje.

Dado que todavía es un púgil muy fuerte, siempre se prepara a la perfección y tiene muchísimo bagaje de ring, que se traduce en encontrar soluciones instintivas a todo tipo de problemas, Mthalane seguramente podrá ofrecer todavía peleas muy duras a sus rivales y ante algunos top 15 podrá realizar defensas exitosas. Sin embargo, por su pérdida de cualidades tendrá muy complicado superar puestas en juego cruciales ante los mejores exponentes de la división, estando actualmente como primer clasificado virtual en la IBF un Andrew Selby que, estilísticamente hablando, podría ser una pesadilla para el campeón.