Daniel Santana
@OscarSantana10
Tal día como hoy, 17 de agosto, se cumple un lustro desde que el alicantino Kiko “La Sensación” Martínez conquistara el cinturón mundial de la Federación Internacional de Boxeo (IBF) del peso supergallo.
El rival a batir para conquistar su sueño era el colombiano Jhonatan Romero, conocido popularmente como Momo Romero. Hacía seis meses que Momo lucía el fajín que le había arrebatado en su casa al mexicano Alejandro López por decisión dividida de los jueces, esta era su primera defensa.
El lugar escogido para disputar el combate fue el Revel Resort en Atlantic City. Romero estaba imbatido, había anestesiado a la mitad de sus rivales, con su buen boxeo, sus ágiles desplazamientos, teniendo más envergadura y siendo más alto que Kiko se preveía que con todos esos ingredientes bien condimentados sería un complicado rival.
Martínez salió concentrado y convencido, no dio un solo segundo de tregua, los asaltos se fueron sucediendo favorables a Kiko y con un campeón cada vez más castigado y estático.
Llegó el ecuador del combate, el español seguía firme y manteniendo el plan inicial, acabar antes del límite. El caleño estaba cortado y exhausto en el momento que el aspirante conectó un buena mano que encadenó con una efectiva lluvia de golpes que llevaron hasta la esquina a un Jhonatan Romero incapaz de defenderse, obligando así a intervenir al árbitro David Fields que detuvo el desparejo duelo antes de finalizar el sexto asalto.
“Que me pellizquen, que me pellizquen, esto es un sueño para mi”, fueron las primeras palabras de Kiko como campeón mundial, el duodécimo español.