Daniel Pi
@BastionBoxeo
A pesar de que es un boxeador veterano, especialmente para las divisiones más ligeras, que se cobran un precio grandísimo en quienes pierden velocidad y ritmo, el exnúmero 1 del peso minimosca y excampeón del peso mínimo y mosca Donnie Nietes (41-1-5, 23 KO) mostró un rendimiento lo suficientemente bueno en su debut en el peso supermosca para merecer la victoria ante su compatriota, el también filipino, Aston Palicte (24-2-1, 20 KO), 9 años más joven y con 10 cm más de altura. Aun así, con unas cartulinas polémicas y que no convencieron en absoluto al público, los jueces decretaron un empate que dejó sin dueño el vacante cinturón mundial WBO del peso supermosca. Las puntuaciones fueron de un excesivo 118-110 para Nietes, un 114-114 demasiado generoso con Palicte y un difícilmente justificable 112-116 a favor de este último.
Este encuentro, que fue el coestelar de la velada SuperFly 3, que se desarrolló en el Forum de Inglewood (Estados Unidos) la pasada madrugada, dio comienzo con ambos intentando conectar el jab entrando y saliendo y probando suerte con el uno-dos y el gancho zurdo, si bien Nietes, por su superior rapidez, lograba mejores resultados por sus efectivas transiciones a la posición defensiva, sus buenas esquivas y sus desvíos y bloqueos. Por ello, aunque Palicte trataba de hacer estragos con su potentísima derecha recta, los guantes de Nietes frenaban el peligro, aprovechando éste la baja intensidad de la pelea para imponer su mejor técnica y su precisión.
Puede que en el tercer y en el cuarto episodio Palicte, en base a su frecuencia de golpeo y a la ausencia de golpes llamativos de su rival, lograse igualar las puntuaciones, pero en el siguiente asalto, después de claros jabs y derechas rectas, “Ahas” Nietes sacudió a su oponente con un fuerte gancho zurdo a la sien, apuros que volvieron a aparecer en los siguientes tres minutos por una potente derecha recta del campeón en tres divisiones.
Ciertamente, la pelea se mantenía en su desarrollo round por round bastante pareja, con ambos intentando anotar sus manos sin arriesgarse demasiado y tratando de efectuar las necesarias acciones elusivas. Pero aunque Palicte aprovechaba su mayor cadencia para generar dudas en los jueces cuando Nietes no ofrecía manos de poder, por lo general el favorito se llevó la mejor parte con su gran juego de piernas, su afilado jab y su simple pero efectivo uso del gancho zurdo y del directo diestro, logrando en los dos últimos rounds contener los silbidos del público, que esperaba una pelea más entretenida, estremeciendo a Palicte con crochés y algunas series de rectos.
Una vez que decida retirarse, Donnie Nietes entrará en la historia como uno de los mejores boxeadores de las categorías de menos peso de lo que llevamos del siglo XXI, pero antes de ello, el filipino desea llevar más allá su recuerdo logrando fantásticas victorias en el peso supermosca. De haber vencido, el nuevo campeón hubiese intentado gravar en letras doradas su nombre con un enfrentamiento ante Wangek, Estrada u otro púgil de la cúspide de la división. Con todo, no siendo así, Nietes seguramente se deberá conformar por el momento con la previsible revancha que se ordenará de nuevo por el vacante cinto mundial WBO del peso supermosca, que mantendrá viva la posibilidad de que se proclame monarca en una cuarta división pero que contribuirá a que el mayor combate de su carrera le llegue todavía más tarde.
Estrada e Ioka vencieron
Antes que el Nietes-Palicte, el excampeón unificado del peso mínimo Kazuto Ioka (23-1, 13 KO), que llegaba al combate con casi un año y medio de inactividad, logró derrotar por decisión unánime a un McWilliams Arroyo (17-4, 14 KO) que en su última pelea había conseguido el mayor triunfo de su carrera ante Carlos Cuadras pero que esta vez, pese a su notable esfuerzo, no pudo compensar la superioridad del japonés. Las puntuaciones fueron de 99-90 y doble 97-92, contándose en ellas una caída padecida por Arroyo en el tercer round. En cuanto al choque estelar, Juan Francisco Estrada (37-3, 25 KO) cumplió con los pronósticos y venció a su compatriota Felipe Orucuta (36-5, 30 KO), que vendió cara su derrota, por decisión unánime y puntuaciones de doble 117-111 y 118-110. Ahora Estrada espera que le llegue una gran revancha, ya sea ante Wangek o ante “Chocolatito”.