Daniel Pi
@BastionBoxeo
Dado que el Inoue-Payano será el combate estelar del evento que se desarrollará este domingo en el Yokohama Arena de Yokohama (Japón), realmente será un enfrentamiento de su respaldo el combate que abrirá la segunda edición de las World Boxing Super Series. En él, en los cuartos de final de la rama del peso superligero, el monarca WBA de los 63,5 kg, el bieloruso Kiryl Relikh (22-2, 19 KO), y el excampeón mundial ruso Eduard Troyanovksy (27-1, 24 KO) combatirán en un formidable encuentro que decidirá al primer semifinalista del torneo.
Comparándolo con el combate estelar, este tiene un elemento de similitud pero otro más importante de diferencia, ya que si bien en ambos encuentros se espera una resolución antes del límite, en el duelo entre Relikh y Troyanovksy quién saldrá con el brazo en alto resulta infinitamente más difícil de prever. Esto se refleja en las apuestas, que dan una estrechísimo margen entre los dos contendientes, siendo favorito Relikh con 1,50€ por los 2,50€ que se pagan por Troyanovsky.
Igualmente, sobre el ring parece que puede haber un elevado grado de aleatoriedad, contando los contendientes con un récord combinado de 49-3 con 43 victorias antes del límite, cosa que deja muy clara la temible pegada de ambos.
Sin embargo, quizás el combate consista en bastante más que en un mero choque entre noqueadores en el que el primero que conecte su mejor golpe de poder concluya la pugna, puesto que Relikh acumuló su excelente porcentaje de victorias por nocaut contra oponentes asequibles antes de la disputa de sus combates decisivos, no habiendo vuelto a sumar un triunfo sin llegar a escuchar el veredicto desde mayo de 2016. En cambio, Troyanovsky ha logrado mantener su capacidad para dejar fuera de combate a sus rivales aunque el nivel de oposición ha incrementado, habiendo sumado sus últimas 17 victorias todas antes del límite y algunas de ellas con un brutal KO.
Pese a ello, es cierto que “Troya” no cuenta con un buen encaje, por lo que, aunque su adversario no tenga una pegada tan insoportable como su récord sugiere, perfectamente podría verse en apuros críticos si no consigue contener la incansable presión del bielorruso, que hostigó sin descanso a un veterano como Ricky Burns o a un habilidosísmo boxeador como Rances Barthelemy. Así, parece que Troyanovsky necesitará apoyarse en sus potentísimos rectos para intentar hacer pagar muy caro el osado avance de Relikh, necesitando marcar relativamente pronto un punto de inflexión si no quiere que el continuo martilleo de un boxeador con tremenda resistencia y que rara vez disminuye su presión le abrume. De todas formas, lo que es seguro es que el combate debería resultar enormemente emocionante y un formidable comienzo para el torneo, presagiando nuevas grandes batallas.
En la báscula, Relikh dio 63,500 kg, el límite del peso superligero, marcando Troyanovsky 63,050 kg.