Daniel Pi
@BastionBoxeo

Como no podía ser de otro modo en un año que ha dejado grandes controversias, la temporada boxística en Occidente terminó con otro campeonato mundial polémico, puesto que el monarca WBC del peso superwélter Jermell Charlo (31-1, 15 KO) (a la izquierda en la foto) perdió su corona de forma más que cuestionable ante un Tony Harrison (28-2, 21 KO) (a la derecha en la foto) muy inactivo y que impactó muy pocos golpes de poder. Aun así, y aunque la mayoría de expertos le daban el triunfo a Charlo de forma clara, los jueces le dieron la victoria unánime a Harrison con tarjetas de 116-112 y doble 115-113, puntuaciones que fueron recibidas con una estruendosa protesta del público.

Según el conteo de puños informatizado, Charlo impactó 160 manos y Harrison 128, situándose el acierto con golpes de poder del primero en un muy alto 49%.

La pelea en líneas generales fue táctica y de baja intensidad, con ambos boxeadores manteniéndose mucho tiempo en el centro del ring sin atacar, frenando el uno al otro simplemente con amagos, por lo que los abucheos ya sonaron en el segundo asalto. En cuanto a lo poco que se puede destacar del enfrentamiento, Harrison tuvo un superior uso del directo de mano adelantada, golpe que utilizó para contestar con contundencia las precipitadas arremetidas de su oponente, a las que también replicó de forma muy salteada con algunos astutos y potentes directos aislados.

Por lo demás, y aunque su jab fue muy inefectivo y algunos de sus errores al ataque fueron flagrantes, Charlo fue quien ofreció el mejor trabajo ofensivo, lanzándose con la combinación uno-dos-hook zurdo o entrando con ganchos aislados que, por esporádicos que resultaron, superaron la muy limitada actividad de un Harrison que casi nunca lanzaba golpes de poder y que cuando se atrevía a combinar rectos estrellaba sus manos en los brazos de su adversario.

Así, aunque hay observadores que valoran bien el sólido uso del jab de Harrison, que retrocedió apresurado a la más mínima presión, la mayoría piensa que un Charlo que mostró más voluntad combativa y que anotó más golpes y más potentes hizo lo suficiente para ganar la mayoría de los asaltos, o al menos los necesarios para lograr el triunfo. No obstante, no se puede pasar por alto que su estrategia basada en la mera potencia resultó muy deficiente, más aún estando lastrada por la irregularidad y por la previsibilidad, si bien sacudió a su rival ligeramente en varios momentos, siendo el apuro más grave de Harrison el padecido por un gancho zurdo en el duodécimo asalto.

Este controvertido resultado ha sido peor acogido por el público que otros por el hecho de que aparentemente el “error” de los jueces no beneficia a la promotora organizadora, ya que Jermell Charlo es un invicto estadounidense en auge y emplazado a una unificación. Sin embargo, algunos apuntan que el veredicto cuestionable emplaza a ambos boxeadores a una revancha que servirá para aplazar y seguir agrandando la expectación respecto a un posible choque entre Hurd y Charlo. Sea como sea, ahora que la cadena FOX iniciaba su nuevo acuerdo con PBC para ofrecer boxeo en abierto a extensas capas de estadounidenses, este era el peor momento para un resultado que ha vuelto a hacer resonar, inevitablemente, las valoraciones más pesimistas sobre la corrupción.

Una polémica favorable para Jermall
A diferencia de lo que le sucedió a su hermano Jermell, Jermall Charlo (28-0, 21 KO) fue el beneficiado en su duelo ante el veterano Matt Korobov (28-2, 14 KO) que, a pesar de su falta de rodaje (una pelea en dos años), de disponer sólo de unos días para preparar este combate y de tener que descender además del peso supermedio al peso medio en ese intervalo, ofreció una pelea tremendamente complicada al invicto favorito, al que alcanzó con una gran cantidad de izquierdas rectas.

Por ello, habiendo conseguido evitar muchísimas manos de su oponente (y pese a padecer graves apuros en el último asalto), muchos vieron el triunfo del ruso, aunque las cartulinas de los jueces dieron un doble 116-112 y un 119-108 a favor de Charlo, que conservó su récord invicto y mantuvo su posición de retador obligatorio WBC de Canelo Álvarez.

Aunque se podría discutir la validez del doble 116-112, vale la pena centrarse en el 119-108 dado por Larry Hazzard Jr., ya que puede ser la peor puntuación del año. Es absolutamente imposible otorgarle sólo un asalto a Korobov, al que muchos incluso vieron ganar, por lo que esta cartulina ha levantado ya un enorme revuelo y muestras de repulsa, pareciendo necesario, sin justificación posible, que este juez nunca vuelva a emitir veredictos oficiales para combates de boxeo.