Daniel Pi
@BastionBoxeo

Al tener ambiciosos planes para el futuro inmediato precedidos por un combate de rodaje los equipos y los boxeadores suelen sentir una considerable carga de presión pese a los intentos de abstraerse, incluso si afrontan un nivel de oposición moderado. Con todo, el sentirse obligado a ganar y a hacerlo con claridad para alcanzar el mayor combate de su carrera no hizo que TJ Doheny (21-0, 15 KO), campeón mundial IBF del peso supergallo, se mostrase menos sólido, sino que, ofreciendo una de las mejores actuaciones de su carrera, batió al aspirante voluntario Ryohei Takahashi (16-4-1, 6 KO) por KOT en el undécimo asalto.

Manteniendo bien los espacios, lanzando el directo de izquierda arriba o abajo y conectando el uno-dos y el dos-uno con variación de altura, el zurdo Doheny hizo valer su mayor calidad ante un Takahashi que quería luchar por la victoria pero que simplemente estaba por debajo en cuanto a nivel, viendo por ello también errados muchos de sus puños por las buenas esquivas del campeón.

Si ya le estaba costando entrar en la pugna no le ayudó en su empeño el serio corte que en el segundo asalto padeció (Doheny sufrió también una brecha pero de menor gravedad) en el entrecejo a causa de un choque de cabezas involuntario, si bien el peor asalto para Takahashi fue el tercero cuando, tras encajar un dos-uno (el primer golpe al cuerpo y el segundo al rostro), se agarró al brazo derecho de su oponente, recibiendo varios ganchos de izquierda que le derribaron.

Como se esperaba, el japonés, que se recuperó bien del knockdown, no tiró la toalla, intentando con más ganas que orden impactar series de rectos y combinaciones de curvos que se encontraron tanto con las buenas acciones elusivas de Doheny como con sus certeros contragolpes en directo o hook.

Pese a la falta de efectividad, Takahashi aumentó su actividad ofensiva desde el quinto asalto en adelante, aunque, igualmente, el irlandés-australiano caminó el ring usando jabs y contraataques, se paró imponiéndose por habilidad y precisión en los cruces de golpes, realizó entradas y salidas y, en definitiva, puso de manifiesto su superioridad hasta la conclusión, que llegó en el undécimo asalto, cuando el árbitro decidió que no tenía sentido que la pelea continuase.

Todo parece indicar que en la próxima primavera TJ Doheny tendrá la oportunidad definitiva para mostrar su valía, ya que se enfrentará en una unificación de coronas al monarca WBA del peso supergallo Daniel Román, boxeador estadounidense con el que comparte acuerdo con Eddie Hearn y DAZN y con el cual, tras el combate, se produjo un careo amistoso. Teniendo en cuenta lo versátil, potente y eficaz que se está mostrando Román, que arrolló en su último combate a Gavin McDonnell y que logró dos triunfos como visitante en Japón anteriormente, será inevitable que parta como favorito pero, dado que Doheny parece estar evolucionando y tiene la capacidad de utilizar un boxeo técnico con notables dosis de potencia, la pelea podría resultar de gran calidad.

La primera sorpresa del año
En el combate coestelar de la velada del pasado viernes en el Madison Square Garden Theater de Nueva York (Estados Unidos) se produjo un resultando absolutamente contra todo pronóstico. Y es que el campeón mundial en tres divisiones Jorge Linares (45-5, 28 KO) fue derribado tres veces antes de ser derrotado por KOT en el primer asalto a manos de Pablo César Cano (32-7-1, 22 KO), que llegaba con tres derrotas en sus últimos cinco combates, que veía su carrera al borde de la ruptura definitiva y que, realmente, por sus resultados recientes no merecía disputar esta eliminatoria WBC del peso superligero, designación que le valió al Consejo durísimas críticas.

Los knockdowns fueron provocados, respectivamente, por una derecha descendente, un croché diestro y un curvo zurdo, siendo la tercera caída seguida por una reanudación en la que el tercer hombre detuvo el encuentro al ser estremecido el venezolano por una combinación de directos y ganchos zurdos.

Con ello, mientras Linares, que estaba tanteando un cambio de promotora, recibe un revés brutal a sus aspiraciones, ya que difícilmente podría haber perdido de forma más contundente o ante un rival más seriamente cuestionado, Cano se sitúa a las puertas de disputar su tercer campeonato mundial, en el que podría verse las caras con José Carlos Ramírez o, según se apuntó después del enfrentamiento, con Maurice Hooker.

Respecto a los otros dos combates destacados, los favoritos se impusieron. La puertorriqueña Amanda Serrano (36-1-1, 27 KO) logró una corona mundial en una séptima división al batir en el asalto inicial a Eva Voraberger (24-6, 11 KO) en un campeonato por el cinturón vacante WBO del peso supermosca, reclamándole muchos que acepte enfrentarse a continuación a Katie Taylor en el que sería uno de los mejores combates posibles del boxeo femenino.

Por su parte, el excampeón del peso superligero Chris Algieri (23-3, 8 KO) obtuvo su segundo triunfo tras su retorno a los rings venciendo por decisión unánime (98-92, 97-93 y 96-94) a Daniel González (17-2-1, 7 KO), pretendiendo Hearn que dispute el mundial WBO antes de que termine el año.