Daniel Pi
@BastionBoxeo
Si los problemas para obtener un visado no se hubiesen puesto en medio, Andoni Gago habría ocupado el lugar del italiano Carmine Tommasone (19-0, 5 KO) retando al campeón mundial WBO del peso pluma, el mexicano Óscar Valdez (24-0, 19 KO), pero las cuestiones administrativas truncaron esta posibilidad, haciendo que el excampeón de España y de la Unión Europea se tenga que centrar en un asalto al máximo cetro continental.
Regresando al mundial de este sábado, Valdez retorna a los rings en el Ford Center at The Star de Frisco (Estados Unidos) casi un año después de que un Scott Quigg que se había excedido mucho en la báscula (tanto que quizás se deba considerar adrede más que un fallo) le rompiese la mandíbula en un duelo vencido de forma unánime por el mexicano, grave lesión que el campeón, más que considerarla un infortunio, acertadamente, la valora como una señal para que cambie el rumbo que está tomando su carrera.
Aunque en otros periodos de su trayectoria profesional su boxeo era mucho más técnico y dinámico, Valdez se ha visto inmerso ante Miguel Marriaga, Genesis Servania y el mencionado Quigg en brutales batallas de desgaste, tendencia que para nadie pasa desapercibido que de mantenerse podría terminar por consumirle rápidamente a pesar de que sólo tiene 28 años. Así, consciente de que su encaje quizás pueda verse afectado de forma permanente por la cantidad de castigo que ha recibido ya, Valdez ha optado por una drástica solución: un cambio de entrenador que se considera también una modificación de estilo.
Contratando a Eddy Reynoso, técnico de “Canelo” Álvarez, Valdez cree que está adquiriendo las herramientas no sólo para ganar con más solvencia sino para sufrir menos en el intento. Así se refirió a su nuevo entrenador:
“Tiene muy buenas ideas, tienen sentido las combinaciones en las que me hace trabajar, ciertos tipos de movimientos que me van a ayudar en mi defensa y que me permitirán contragolpear a mis rivales y ofrecer un mejor Óscar Valdez. Vamos a trabajar en todo lo que tiene que ver con la defensa, en el movimiento de cabeza y, obviamente, en los bloqueos”.
Para poner a prueba estas mejoras y comprobar el estado de su reparada mandíbula, Valdez se medirá a un Tommasone que, más allá de los buenos números de su récord, es un púgil valorado como sin apenas riesgo por el equipo del campeón y elegido, precisamente por ese motivo, para que ofrezca un rodaje en el que el monarca pueda recobrar su confianza y retorne con una contundente actuación.
El italiano, que difícilmente podría esperar haber alcanzado este mundial tras haber superado a 14 de sus 19 rivales con récord no positivo o con menos de tres victorias, verá esta oportunidad de disputar su primer, y seguramente único, mundial de su carrera como un sueño hecho realidad que no puede desperdiciar.
Aun así, y más allá de la desbordante motivación, contando como sus mayores victorias las obtenidas ante Jon Slowey y Mario Pisanti, dar un salto tan enorme como situarse en frente de uno de los mejores peso superpluma del mundo, un boxeador que, al margen de sus errores tácticos, posee cantidades ingentes de técnica y de potencia y que es increíblemente superior en velocidad y recursos, es una tarea de una dificultad inconmensurable para Tommasone, por lo que, no teniendo tampoco mucha pegada, las apuestas dan la máxima diferencia posible entre ambos.
Dependiendo de la forma en que Valdez lidie con Tomassone, su equipo evaluará disputar directamente el próximo verano o aplazar ligeramente una unificación de coronas ante Josh Warrington, boxeador que le exigirá por su enorme combatividad tener todas las modificaciones de carácter defensivo perfectamente asumidas y perfeccionadas.
El mundial Valdez-Tommasone, que será precedido a las 4:00 por el campeonato Commey-Chaniev, será emitido por ESPN en Estados Unidos en torno a las 5:00 de la madrugada del sábado al domingo, pasando a ESPN+ a partir de las 6:00 el semifondo entre Teófimo López y Diego Magdaleno y el mundial del semipesado entre Álvarez y Kovalev.