Daniel Pi
@BastionBoxeo
Por segunda vez consecutiva y una vez más en su interesante carrera, el japonés Kosei Tanaka (13-0, 7 KO) se vio inmerso en una dura y entretenida guerra, esta vez ante el exmonarca unificado y exnúmero 1 del peso minimosca Ryoichi Taguchi (27-4-2, 12 KO), duelo disputado en el Memorial Center de Gifu (Japón) en la mañana del sábado en hora española y que terminó con una victoria por decisión unánime del primero, que retenía merecidamente de esa manera su cetro WBO del peso mosca. Las tarjetas fueron de 117-111 doble y de 119-109.
Aunque fue un muy buen enfrentamiento y algunos incluso van más allá señalándolo como un posible candidato a mejor combate del año, lo cierto es que el choque no pareció estar a esa altura, siendo mucho menos espectacular que el Kimura-Tanaka del pasado año. El motivo de esa diferencia es que en el citado encuentro de 2018 ambos contendientes no pararon de golpearse de principio a fin en una batalla estremecedora, mientras que en el campeonato de este sábado a partir de la mitad se perfiló muy claramente el vencedor.
Inicialmente, la pelea dejó grandes intercambios de golpes con Taguchi impactando buenos golpes de poder pero con Tanaka usando su velocidad para igualar las acciones o decantarlas. No obstante, y aunque fue estremecido en el tercer asalto, el monarca Tanaka aprovechó, como se preveía, su superioridad en el boxeo dinámico para compensar pronto la ventaja en altura y alcance de su adversario, al que alcanzó con eficaces entradas y salidas y afilados directos.
Puede que su despliegue inicial le pasase factura, que necesitase una pelea de adaptación al peso mosca antes de afrontar este gigantesco reto, que algún error al encarar su preparación le lastrase o simplemente que las secas manos de Tanaka le desgastasen más de lo que podía parecer, pero el caso es que desde la mitad de la pelea Taguchi se vio cada vez más cansado.
Esto no significaba que no tirase manos, al contrario, las lanzaba con enorme coraje en fuertes combinaciones que llegaban a su destino, pero estas eran salteadas, buscaba el clinch para derrumbarse sobre su rival, tenía problemas para mantener elevados sus brazos y le costaba acortar los espacios. Por ello, Tanaka le pudo dar directos de magistral precisión, ganchos al torso sumamente peligrosos y enlazar manos acompañadas de grandes esquivas y cambios de línea que dejaron clara su superioridad aunque no quebraron el espíritu combativo de Taguchi, que cruzó golpes con valentía temeraria en el duodécimo asalto incluso aunque después de la campana tuvieron que aguantarlo para que no se cayese.
Otro triunfo sensacional en una pelea mundialista y ante un boxeador del máximo nivel sólo hace que contribuir al ascenso hacia el estrellato de Kosei Tanaka, que a sus 23 años ha sido ya siete veces campeón mundial, repartidas en tres categorías, una vez monarca continental y protagonista de una pelea candidata a mejor del año. Lógicamente, la gente empieza a mostrar un apreciable interés por verlo enfrentarse a Wisaksil Wangek, “El Gallo” Estrada, “Chocolatito”, Nietes y ese largo etcétera de formidables púgiles que componen la élite del peso supermosca, categoría donde encontraría los mayores retos posibles de las cuatro divisiones más ligeras del boxeo.
Así, y deseando Tanaka medirse a la mejor oposición, el ascenso al peso supermosca parece un paso natural que deberá dar más temprano que tarde, si bien el número 1 del peso mosca también podría encontrar excelentes contrincantes en la categoría en la que milita actualmente, sabiéndose que el plan de su equipo es que se mantenga como titular de los 50,8 kg como mínimo durante 2019.