Daniel Pi
@BastionBoxeo
Con la primera campeona europea de la historia del peso mínimo, la española Joana Pastrana, coronada monarca mundial IBF de la división, ha llegado el momento de buscar una sucesora como titular continental, corona vacante que este sábado será puesta en juego sólo por tercera vez en la historia de la EBU.
En esta cita histórica, que se desarrollará este sábado en el Pabellón de Cotos de Monterrey del municipio madrileño de Venturada, de nuevo una púgil nacional será una de las protagonistas, siendo ésta la andaluza Catalina Díaz (4-2, 0 KO), que tratará de continuar la hegemonía de nuestro país en el peso mínimo europeo femenino enfrentándose como coaspirante al cetro sin dueña a la irlandesa Lynn Harvey (5-1, 4 KO).
Dado que Díaz y Harvey son dos guerreras que afrontan con enorme coraje las contiendas, predominando en sus planteamientos tácticos su constante afán ofensivo, parece que el choque está destinado a ser un durísimo enfrentamiento cargado de sostenidos ataques, intercambios de golpes y emoción.
Por otra parte, aunque los récords de las contendientes no son muy amplios, ambas son púgiles que antes de su debut como boxeadoras profesionales habían tenido experiencia combativa, habiendo peleado Díaz en diversas modalidades de deportes de lucha puño-pierna, en especial kickboxing, y Harvey habiendo tenido una tardía pero intensa trayectoria en el circuito amateur del boxeo irlandés.
Respecto a la visitante, cuenta con una curiosa historia, dado que hasta que tenía casi 30 años no tuvo ninguna interacción con el boxeo ni con ningún otro deporte de combate, iniciándose en él además sin ninguna pretensión de competir sino en clases de aerobox para recuperar su estado de forma tras tener un hijo. Con todo, pronto se despertó en ella el deseo de ponerse a prueba e inició una trayectoria en el boxeo aficionado que la vio coronarse tres veces campeona irlandesa.
De todos modos, aunque estos logros pueden resultar impresionantes, si nos centramos en analizar el recorrido en el boxeo de pago de ambas contendientes, Díaz parece tener clara ventaja.
Y es que Harvey ha tenido problemas para encontrar rivales y se ha enfrentado mayoritariamente a púgiles muy asequibles, cediendo casi todas ellas en pocos minutos, con la excepción de la española Mary Romero, que ha sido precisamente la única boxeadora que ha logrado derrotarla como profesional.
En cambio, Díaz ha tenido una trayectoria más difícil y meritoria, puesto que ha padecido sus derrotas en un igualado y contendido campeonato de España ante Yolanda Ramos y en una salida a Polonia para medirse ni más ni menos que a una púgil con una gran carrera amateur como la doble plata europea Ewelina Pekalska. Finalmente, en su último combate, Díaz derribó y derrotó a los puntos a la púgil invicta y de buena técnica Joana Suárez, victoria de más valor que cualquiera de las que Harvey posee.
Así, si sumamos a la experiencia de mayor calidad de la española que ésta peleará como local y que parece tener una cierta ventaja de estilo respecto a su oponente, no se puede negar que Díaz sobre el papel debe de ser considerada como la favorita.
En cuanto a la diferencia que podría darle un margen táctico es que, si bien ambas púgiles tratan de tomar el centro del ring y presionar con inquebrantable tenacidad a su adversaria, Díaz es físicamente más fuerte y aguanta mucho mejor el fuego enemigo en su avance. En repetidas ocasiones se ha podido ver como Harvey, en cuanto ha recibido respuesta convincente, ha sido obligada a retroceder, boxeo en el que es muchísimo menos eficaz, por lo que es difícil no pensar en que la potencia física, la compacta guardia y la determinación de Catalina Díaz en su avance deberían permitirle forzar a su rival a adoptar esa posición defensiva que cohíbe su éxito.
Seguramente el duelo se decidirá en función de cuál de las dos boxeadoras (ambas descienden de categoría para este choque) logre poseer la iniciativa por más tiempo, debiendo Díaz usar su buen movimiento de cintura para evitar las constantes combinaciones de directos de Harvey, que es muy peligrosa si se retrocede ante ella y se le permite poner ritmo e impulso a sus ofensivas. Sin embargo, si la local logra imponer su presión, en una eventual pelea en media-corta los efectivos curvos de Díaz deberían ser un tormento para la púgil de Irlanda, que en ese escenario seguramente no podrá desplegar su plan de batalla y recibirá por el camino un importante castigo.