Daniel Pi
@BastionBoxeo
Resultando evidente que cuando se retire de los rings Vasiliy Lomachenko (13-1, 10 KO) se convertirá en un miembro del Salón de la Fama, para muchos las bajas expectativas sobre las posibilidades de su adversario Anthony Crolla (34-7-3, 13 KO) en el enfrentamiento del viernes en el Staples Center de Los Ángeles (Estados Unidos) fueron compensadas por el deseo de ver una de las peleas que serán parte del legado de la estrella ucraniana.
No obstante, sobre el cuadrilátero el dominio del campeón unificado WBA y WBO del peso ligero fue incluso mayor de lo esperado, ya que a penas recibió puños, controló las acciones en todo momento y noqueó duramente a su adversario en el cuarto asalto.
Realmente, con acierto estratégico o sin él, el británico Crolla lo hubiese tenido extremadamente complicado, pero su esquema táctico equivocado todavía le puso más de cara la contienda a Lomachenko. Y es que, como el aspirante inesperadamente le cedió totalmente la iniciativa, “Hi-Tech” no tuvo problemas para ir llegando con su jab, su gancho diestro arriba y abajo, su uno-dos-hook al torso y un creciente número de combinaciones que sólo fueron respondidas por algún inefectivo y salteado jab y algún gancho aisladísimo de Crolla.
Por ello, con ligeros ajustes de la distancia, Lomachenko evitó casi todas las manos rivales y se pudo dedicar a hostigar con cada vez mayor determinación a un Crolla que, sin poder lograr establecerse en el centro del ring (muy pocas veces lo intentó), sin conectar puños y sin lograr bloquear el grueso de los ataques del monarca, cada vez estaba más desarbolado.
Así, no aprovechando su ventaja en tamaño y su experiencia con el boxeo agresivo para generar alguna complicación, en lugar de evitar dar facilidades al contragolpe de su contrincante Crolla fue la diana sencilla de alcanzar de un Lomachenko que usaba sus series de rectos, su zurda arriba y abajo, ganchos diestros enlazados con uppercuts y todo su repertorio ofensivo, además acompañados de cambios de línea, diagonales y fintas.
Cuando la pelea llegó al tercer round, Crolla quedó encerrado en las cuerdas y sin respuesta ante una larga andanada de Lomachenko, interviniendo el árbitro súbitamente pero no para decretar el final como inicialmente pareció. Aunque Lomachenko se subió a la esquina celebrando el triunfo y los supervisores entraron al ring (hay que mencionar que el púgil se dio cuenta antes que los oficiales de que el choque no había terminado), lo que el tercer hombre Jack Reiss señaló fue un knockdown, considerando que el ensogado había evitado la caída de Crolla.
Más allá de esa anécdota, y aunque hubiese sido mejor detener el enfrentamiento en lugar de contar, la pugna se alargó hasta el cuarto round, en el que Lomachenko, tras perseguir a su oponente, impactó un directo-croché diestro que, con el segundo golpe llegando a la sien, dejó a Crolla tendido boca abajo en la lona y sin respuesta. El árbitro no realizó cuenta esta vez ante la sobrecogedora caída del británico en este nocaut técnico más fruto de la precisión quirúrgica y la velocidad de manos que de la destructora pegada.
El conteo computerizado de golpes indica que Lomachenko impactó en la pelea 72 manos y Crolla 12, llegando el primero con 58 golpes de poder, que suponen un 42% de acierto en ese campo.
Con la defensa obligatoria superada, se espera que Lomachenko regrese a los rings hacia el mes de agosto, siendo un oponente más que posible el ghanés Richard Commey, monarca mundial IBF del peso ligero ante el que habría unificado la pasada noche si éste no se hubiese lesionado en su último combate. De todos modos, si bien tras el choque Lomachenko insistió en su deseo de unificar, mencionó también un nombre propio:
“Quiero pelear con Mikey García (actualmente titular WBC del peso ligero), quiero unificar todos los títulos. Esa es mi meta, quiero peleas históricas”.
En el encuentro de semifondo, Gilberto Ramírez (40-0, 26 KO) tuvo un exitoso debut en el peso semipesado venciendo por abandono en el cuarto asalto a Tommy Karpency (29-7-1, 18 KO), afirmando el mexicano en la entrevista posterior al combate que se encuentra muy cómodo en esa división y que quiere enfrentarse a todos los titulares de ésta, señalando en especial a Sergey Kovalev. Sin embargo, vale la pena destacar también que Ramírez está negociando un posible choque en el peso supermedio contra Callum Smith.