Si hay quien pensaba que después de la derrota ante Timothy Bradley, el gran campeón mexicano Juan Manuel Márquez se plantearía seriamente la retirada, se lo puede ir quitando de la cabeza. En los últimos años, Márquez, después de todas y cada una de las peleas, perdidas o ganadas, ha anunciado su adiós a los cuadriláteros.
Semanas más tarde, inexorablemente, ha dicho que sigue y no solo eso, sino siempre involucrado, como es lógico por su palmarés, calidad y prestigio, ante los mejores superligeros y wélters del mundo. Y esta vez todo hace indicar que no va a ser muy diferente. A pesar de que todos menos él y su equipo reconocen su derrota en su último combate ante Bradley, su promotor y hombre fuerte del boxeo en México Fernando Beltrán, ha admitido que tanto a él como a «Dinamita» les interesaría una revancha ante el norteamericano.
No quieren ni escuchar el nombre de Ruslan Provodnikov, alguien que con su potencia descomunal podría dejar un sabor amargo y retirarlo a base de golpes como los que destrozaron hace unos días a Mike Alvarado. Sin embargo, ante Bradley se aseguran un combate muy parecido al primero, con posibilidades evidentes de ganar, sobre todo si como pretenden la pelea se celebra en México y, si pierden de forma ajustada, siempre podrán hablar del séptimo «robo» de su carrera deportiva.