Daniel Pi
@BastionBoxeo
Puede que fuese algo menos contundente su triunfo de lo que se auguraba, pero el nicaragüense Félix Alvarado (35-2, 30 KO), monarca mundial IBF del peso minimosca, conservó el domingo su cetro en el Portopia Hotel de Kobe (Japón) venciendo al retador local Reiya Konishi (17-2, 7 KO), llegando el triunfo del titular por decisión unánime de los jueces y cartulinas de 116-112, 117-111 y 118-110.
Dado que el combate no contó con la cobertura de ninguna cadena japonesa, se debe confiar en las informaciones de los presentes, que señalan que durante la primera mitad Konishi ofreció un gran esfuerzo por intentar mantener la pelea sin espacios, logrando así algunos buenos resultados ante un Alvarado que no podía darle recorrido a sus golpes. No obstante, supuestamente, con el paso de los asaltos el japonés se fue cansando y, como se esperaba, Alvarado tomó las riendas de la pugna y terminó imponiendo su potencia para lograr una merecida victoria.
Como Konishi era el mejor clasificado en el ranking IBF del minimosca, lista en la que no aparecen grandes amenazas, Alvarado dio así un paso muy significativo para asentarse como campeón mundial, pudiendo probablemente defender su cinturón por cuanto tiempo pueda dar el límite de la división sin sobreesforzarse. No obstante, las únicas opciones de conseguir buenas bolsas están en las peligrosas unificaciones, que quizás pueda afrontar teniendo en cuenta que los restantes monarcas, los temibles Hiroto Kyoguchi, Ken Shiro y Ángel Acosta, han mostrado su deseo de pelear con los otros campeones. De poder realizarse una de estas unificaciones, quizás pueda producirse una cierta reacción en cadena que nos dejaría cruces formidables y haría emerger a una nueva figura en mayúsculas de las divisiones inferiores.