Daniel Pi
@BastionBoxeo
Con el acuerdo para el enfrentamiento entre el mexicano Saúl “Canelo” Álvarez y el ruso Sergey Kovalev (en la imagen) dándose por hecho para el 2 de noviembre (enlace a la noticia de que el Canelo-Kovalev está cerca de anunciarse), la prensa ha centrado ahora su foco de interés en conocer los detalles del contrato, básicamente intentando averiguar si habrá o no cláusula de rehidratación para “Krusher”.
Pues bien, de momento esta cuestión central no se ha aclarado, pero sí se ha descubierto un contenido importante del contrato de la pelea: si Kovalev pierde el duelo ante Canelo, DAZN le dará un contrato de dos combates para que pelee bajo el paraguas de la plataforma de streaming y sus incontables millones.
En un primer momento, los rumores apuntaron que Kovalev recibiría en caso de perder un contrato de tres peleas, pero Bob Arum salió al paso para puntualizar, si bien terminó dando veracidad plena a lo que hasta entonces sólo eran habladurías:
“Eso no es correcto. Lo que es correcto es que, esperaremos al anuncio de la pelea, pero si Kovalev pierde ante Canelo tendrá dos combates de retorno en DAZN”.
Dado que lo normal es que los acuerdos de promoción o de vinculación a un grupo audiovisual estén condicionados por la obtención de una victoria, la noticia ha caído como un jarro de agua fría sobre muchos, que piensan que no puede haber peor idea que supeditar la entrega de un premio a que un boxeador sea derrotado.
Y es que, teniendo en cuenta que las opciones de victoria del ruso son limitadas, más aún con 10 semanas de margen desde su combate ante Yarde y teniendo en cuenta el deterioro de su rendimiento, Kovalev entrará al encuentro que se considera su cheque de salida del boxeo con un gran incentivo en la derrota.
En el caso improbable de que venciese el ruso, se informa de que en principio Canelo no ha incluido una cláusula de revancha para el combate y que ésta no estaría en sus planes. Así, sin tener la opción de una pelea de desquite, Kovalev seguiría estando a una o dos peleas del retiro, y aunque ESPN aumentaría el valor de sus bolsas, seguramente la mejora en ganancia no sería tanta como se podría esperar, ya que su valor en el mercado estadounidense no es excesivamente alto por sí mismo. Además, seguramente se vería lanzado por Arum a un combate contra el vencedor del Gvozdyk-Beterbiev que, con una bolsa no excesivamente grande, supondría un reto tremendamente difícil.
Por contra, si Kovalev cayese derrotado, DAZN le acogería con los brazos abiertos por su deseo de tener más boxeadores destacados en sus eventos, pagándole, como a todos los púgiles insignes que firman con la empresa, bolsas por encima del valor de mercado (no es ningún secreto que DAZN sobrepuja, como en su momento lo hizo PBC, para hacerse un hueco). Así, ante oponentes posiblemente menos complejos que Gvozdyk y Beterbiev (Bivol sería el único púgil de DAZN al nivel de estos aunque no está claro que ambos peleasen) podría sumar mucho mayores ganancias.
Por último, pero no por ello menos importante, aunque Kovalev y Beterbiev son compatriotas, ambos sienten una profunda animadversión el uno por el otro (Beterbiev no habla de Kovalev por su nombre sino por un apodo despectivo). De ese modo, para “Krusher” podría ser un estupendo incentivo alejarse de su gran rival, que está también en ESPN, yéndose a DAZN, cerrando de ese modo la puerta a que Beterbiev se pueda beneficiar de un choque ante él, que tiene más renombre y que hoy por hoy tiene más complicado derrotarlo en una unificación.
Todo esto no significa que Sergey Kovalev vaya a entrar al combate contra Canelo dispuesto a saltar a la lona tras el primer tañido, pero lo que muchos se preguntan es, ¿con cuánta ambición y desesperación por lograr la victoria puede combatir un boxeador que está a las puertas del retiro, que ya ha sido derrotado antes del límite con anterioridad y que si pierde recibirá en sus últimos combates mayores bolsas de las que conseguiría si gana, además alejándose de su principal enemigo deportivo?