Daniel Pi
@BastionBoxeo

Seguramente el enfrentamiento de unificación de los cinturones WBC e IBF del peso wélter en el que se vieron las caras los campeones Errol Spence (26-0, 21 KO) (en la imagen) y Shawn Porter (30-3-1, 17 KO) sea uno de los que cerrará 2019 como candidato a combate del año, dado que ambos boxeadores realizaron un esfuerzo incomensurable para intentar lograr la victoria, si bien fue “The Truth” Spence quien finalmente se llevó el triunfo y los cetros. La victoria de este en el combate estelar del cartel organizado en el Staples Center de Los Ángeles (Estados Unidos) se produjo por decisión dividida y puntuaciones demasiado amplias de doble 116-111 a favor de Spence y de 112-115 a favor de Porter.

Durante los primeros asaltos Porter ya realizó intentos de arremeter contra su rival y desplegar su destreza en el combate en corta, si bien fue a partir del tercer asalto cuando sus ofensivas se volvieron más constantes y agresivas, provocando que el duelo desembocase en muy emocionantes intercambios de golpes en los que ambos se llegaron con mucha claridad. No obstante, los encadenados ganchos y crochés que Porter lanzaba furiosamente y en cualquier trayectoria fueron en este tramo quizás los golpes más eficaces, logrando en el cuarto asalto dejar ligeramente tocado a su oponente con varios hooks zurdos.

De todos modos, en los siguientes rounds Spence reaccionó, tanto tomando la iniciativa y descargando contra su rival andanadas de puños en reducidos espacios (destacando su trabajo al torso) como contragolpeando con precisión con su mano izquierda recta en la distancia media y manejando bien el jab. Estos cambios en el equilibrio de la contienda tuvieron lugar de forma continua incluso en un mismo round, dándole mayor espectáculo a un combate que se desarrollaba sin que ninguno de los dos lograse romperlo.

Quizás, en el octavo asalto, en el que Porter llegó con nítidos ganchos zurdos, pudo parecer que la balanza se podía llegar a decantar de su lado, pero la pugna siguió ofreciendo descarnados cruces de golpes que pusieron la fortaleza y resistencia física y mental de ambos boxeadores a prueba, teniéndose que esperar hasta el undécimo round para que se produjese un hecho decisivo. En dicho episodio Spence se sacó un increíble croché zurdo descendido que impactó en el mentón de Porter, haciendo que este tocase la lona. Sin embargo, “Showtime”, mostrando una tenacidad increíble, siguió combatiendo en la reanudación, y hasta el final, como si nada hubiese sucedido, culminando el encuentro, pese al desgaste de los contendientes, en un final lleno de esfuerzo y ambición.

Tanto el caótico boxeo de Porter, con desplazamientos interrumpidos por embestidas agachado que terminaban en una maraña de puños y controlados agarres, como la perfecta ejecución y el orden de batalla de un Spence que volvió a mostrar su capacidad para no ceder cuando la pelea alcanza una intensidad crítica, tuvieron momentos de éxito y de brillantez, añadiendo todavía más interés a una pelea que reforzó a ambos boxeadores. Y es que Porter demostró, ante un top de todos los pesos, que eran excesivamente críticos los que pensaban que sería noqueado rápidamente y Spence evidenció en su segunda pugna ante un peso wélter de élite que puede soportar la exigencia de los mayores retos y abrirse paso en ellos, logrando con la victoria ante este púgil complejísimo sumar uno de los mayores logros de su carrera y afianzarse en su lucha por la hegemonía en la categoría.