Daniel Pi
@BastionBoxeo
En el combate coestelar del evento de la pasada madrugada en el Wintrust Arena de Chicago (Estados Unidos), el campeón mundial WBA del peso semipesado Dmitry Bivol (17-0, 11 KO) (en la imagen) realizó una nueva defensa exitosa de su cinturón con una dominadora actuación, sellada con una victoria unánime con amplísimas puntuaciones, ante Lenin Castillo (20-3-1, 15 KO) que, aunque por su planteamiento no permitió brillar a su contrincante, fue claramente superado e incluso derribado en una ocasión. Las tarjetas fueron de 120-107 y doble 119-108.
El enfrentamiento tuvo un perfil muy táctico y pausado, con escaso ritmo y mucha precaución al elegir las acciones, de modo que pronto se pudieron escuchar los silbidos de los asistentes. En este esquema monótono y sin demasiado espectáculo, Bivol se impuso asalto tras asalto, ya que Castillo, como suele ser habitual en él, esperó las ofensivas de su su rival listo para contragolpear, si bien el monarca no quiso caer en la trampa y meditó siempre bastante antes de lanzar sus jabs (mucho más para soltar su derecha o su gancho de mano adelantada), siempre precediendo cada golpe con infinidad de amagos.
Así, el éxito, aunque poco contundente, de Bivol reafirmaba la actitud conservadora de Castillo que, cuando rara vez se atrevía a lanzar un directo en una arremetida, era contragolpeado por el campeón, que es muy astuto y que cuenta con grandes reflejos y con excelentes recursos defensivos tanto de manera estática como dinámica. De hecho, fue a consecuencia de uno de los esporádicos ataques de Castillo que, en el sexto round, Bivol contragolpeó con una derecha al mentón que llevó a la lona al retador, aunque el ruso-kirguiso no buscó la conclusión.
Tras la caída, Castillo pareció despertarse ligerísimamente, llegando con algunos ganchos contra un Bivol cerrado, pero estas acciones no le sirvieron más que para inflamar un tanto los pómulos del titular mundial, que utilizó su excelente manejo de los directos con variación de altura, fugaces combinaciones, un sólido jab y oportunos pasos atrás para continuar controlando las acciones con claridad pero sin emoción.
Consolidando con esta actuación la tendencia que ha seguido su carrera reciente, en la que se ha mostrado extraordinariamente eficaz pero en la que ha limitado mucho su toma de riesgos, Bivol afirmó tras el combate: “Quizás hay gente que dice -eres un boxeador aburrido-, pero intento ganar y he ganado. ¿Quién quiere pelear contra mí?, ¿Quién quiere intentar derrotarme?”.
Ciertamente, la tarea de vencerle resulta complejísima, pero no despertando un gran interés entre el público y no entusiasmando su limitada intensidad combativa de sus últimos encuentros, resulta difícil que consiga duelos ante la élite, más aún estando buena parte de esta alineada con ESPN a diferencia de él, que está con DAZN. Además, si intentase buscar grandes nombres en el peso supermedio, algo que siempre ha afirmado que podría intentar, aunque tendría más boxeadores de entre los que elegir, pocos de ellos estarían dispuestos a disputar un enfrentamiento ante un púgil muy difícil pero que reportaría limitadas ganancias. Por ello, parece que su mejor baza es aguardar a la unificación de la semana que viene entre Beterbiev y Gvozdyk y esperar que el vencedor tenga como máxima prioridad acumular los otros dos cinturones y presione a Top Rank para que facilite el duelo.
Patrick Day ingresado en un hospital
La emisión del respaldo del evento encabezado por el Usyk-Witherspoon comenzó con el enfrentamiento entre el olímpico peso superwélter Charles Conwell (11-0, 8 KO) y el muy competente Patrick Day (17-4-1, 6 KO), choque que dejó un buen despliegue de ambos, que cruzaron golpes en notable número, pero en el que se impuso claramente el invicto con un superior uso de los golpes de poder en combinación y dos derribos con derechas antes de anotarse un brutal KO en el décimo asalto: un croché diestro dejó tocado a Day que, mientras intentaba eludir una mano decisiva, fue alcanzado por un temible gancho zurdo que le dejó tendido sobre la lona.
Desafortunadamente, el resultado del encuentro es lo de menos, ya que Day no se recuperó tras estar varios minutos inconsciente, por lo que fue sacado en camilla y puesto en una ambulancia, donde padeció un ataque, siendo trasladado inmediatamente al hospital. Day permanece inconsciente e intubado.
Victorias de Sims, McCaskill y Biyarslanov
El prometedor peso supermedio Anthony Sims Jr. (20-0, 18 KO) logró un triunfo por KOT en el sexto round sobre Morgan Fitch (19-4-1, 8 KO), al que llevó a la lona en el primer round con una derecha, si bien el no favorito consiguió aguantar e intentó ofrecer algo de resistencia con sus rectos. No obstante, Sims usó su superioridad física y técnica para castigar y llevarse los rounds hasta provocar una nueva cuenta con directo diestro en el sexto episodio, asalto en el que forzó la intervención arbitral poco después de la reanudación.
En cuanto al mundial femenino WBA-WBC del peso superligero entre la titular Jessica McCaskill (8-2, 3 KO) y la retadora Érica Farías (26-4, 10 KO), este fue uno de los peores campeonatos femeninos del año, un recital de agarres provocados por la segunda en el que ambas se embarraron mientras mostraban suma tosquedad. El árbitro debió ser mucho más severo con una Farías que iba de agarre en agarre, que no soltaba a su adversaria cuando se lo ordenaba y que no cambió de actitud ni siquiera cuando perdió un punto (McCaskill perdió otro por pegar en la parte trasera de la cabeza). Finalmente, los jueces decidieron que McCaskill debía retener su título con una decisión mayoritaria (94-94, 96-92 y 97-91).
Por último, sumaron victorias a los puntos dos boxeadores de destacada carrera amateur como el peso superligero y olímpico canadiense de origen ruso Movladdin Biyarslanov (5-0, 4 KO) y el peso superpluma estadounidense Otha Jones III (4-0, 1 KO), que tuvieron que trabajar más de lo esperado para vencer, respectivamente, a Tyrome Jones (4-6-1, 1 KO) y a Eric Manríquez (7-9-1, 3 KO). Biyarslanov encajó golpes claros que le provocaron una brecha en el tabique nasal, pero estuvo más activo y certero que su rival y logró un triunfo unánime (59-55 doble y 58-56), mientras Jones se tuvo que conformar con un veredicto mayoritario (38-38, 39-37 y 40-36) en un combate en el que tuvo una actuación floja ante un adversario tenaz.