Daniel Pi
@BastionBoxeo
En ocasiones es difícil saber si el boxeador derrotado ha tenido un mal día, si el vencedor ha tenido su día o si ambas cosas se han combinado. Sea como sea, lo cierto es que en la mañana del viernes en un cuadrilátero ubicado al aire libre en Chonburi (Tailandia), el campeón mundial WBC del peso mínimo Chayaphon Moonsri (54-0, 18 KO) (en la imagen) derrotó con muchísima claridad a su, en teoría, complicadísimo retador obligatorio, el sudafricano Simpiwe Konkco (19-6, 7 KO). El triunfo de Moonsri se produjo por decisión unánime y cartulinas de 118-109, 117-110 y un 116-111 demasiado generoso con el aspirante, dominando el tailandés la pugna ante un Konkco que tuvo su peor actuación en casi una década y que en prácticamente todo momento pareció fuera de la pelea.
En los instantes iniciales, Konkco manejó su jab arriba y abajo con algún acierto pero, más allá de esto y de alguna aisladísima derecha, el enfrentamiento fue controlado durante toda su duración por Moonsri, que utilizó su extraordinaria astucia y precisión ante un adversario desdibujado por sí mismo para alcanzarlo con claros directos de derecha, ganchos de mano adelantada con salto, combinaciones uppercut diestro-croché zurdo o series de rectos con variación de altura.
En muchas ocasiones Konkco intentó dar, cerrado, un paso hacia adelante para intentar buscar un cruce de golpes que pudiese llevarle a encontrar un camino, pero los curvos enlazados del monarca, que aprovechaba a la perfección todos los huecos, se impusieron una vez tras otra haciendo que el aspirante quedase continuadamente neutralizado y que no hubiese combate.
Además, Konkco cayó a la lona por un derechazo a la contra que impactó en su mentón en el séptimo asalto, knockdown que selló el triunfo de Moonsri en el ecuador del enfrentamiento. Y es que, habiendo hecho tan poco en los seis primeros rounds precedentes, Konkco se quedó sin opciones de victoria en la segunda mitad, amagando en los últimos asaltos con un aumento de agresividad o de dinamismo que sólo intensificó la cantidad de agarres que se produjeron.
Superado este obstáculo en su camino con insospechada facilidad, Moonsri ve ahora vía libre en su pretensión de debutar en Estados Unidos de la mano de Golden Boy Promotions, compañía que sabe perfectamente lo que se hace en tareas promocionales y en la producción de ganancias económicas y que, por ello, seguramente tendrá ya trazado un plan para un monarca que contará con casi un año antes de volver a preocuparse por las defensas obligatorias.