Daniel Pi
@BastionBoxeo
Un año prácticamente exacto habrá transcurrido el próximo sábado desde que se produjo el primer enfrentamiento entre el entonces titular WBC del peso superwélter Jermell Charlo (32-1, 16 KO) (a la derecha en la imagen) y el entonces aspirante Tony Harrison (28-2, 21 KO), último mundial que tuvo lugar en Occidente en la temporada 2018 (disputándose el 22 de diciembre) y que dejó una controvertida victoria del segundo, provocando lágrimas en el hermano del derrotado, un Jermall Charlo que tenía que salir a continuación a combatir contra Korobov.
Con 364 días transcurridos desde ese encuentro, y poniendo fin a los mundiales absolutos en Estados Unidos del año 2019, este sábado en el Toyota Arena de la ciudad californiana de Ontario (Estados Unidos) llegará la interesante revancha entre ambos, en la que Jermell Charlo intentará borrar los sufrimientos padecidos la pasada Navidad y sustituirlos por nuevos recuerdos felices.
Si entre ambos boxeadores ya había animadversión antes del primer cruce, después de que se produjese la polémica coronación de Harrison, la situación sólo ha hecho que empeorar, alcanzándose un punto álgido cuando el ahora monarca alegó que había padecido una lesión días antes del 23 de junio, primera fecha de este combate de desquite que finalmente fue reubicado en el calendario hasta situarse de nuevo en diciembre.
Dejando de lado todas las frases malsonantes y los desprecios que se han dedicado el uno al otro en las diferentes conferencias de prensa, el caso es que en lo deportivo muchos piensan que Charlo podrá volver a coronarse, ya que si, a pesar del veredicto oficial, la mayoría de aficionados y expertos le vieron vencer el primer choque a base de potencia descontrolada en un combate de baja actividad, ahora que habrá podido leer claramente sus errores y prepararse adecuadamente para enmendarlos no se le escapará la victoria.
Así, las cuotas de apuesta ven como favorito al retador Charlo, si bien el margen entre ambos combatientes es reducido, siendo esto debido a que muchos no se pueden quitar de la cabeza su desordenada precipitación al ataque del anterior enfrentamiento, con lo que facilitó que un Harrison hábil y con un boxeo simple le alcanzase repetidas veces con su jab.
Aunque el Harrison de antes de 2016 era un agresivo pegador que se lanzaba sobre sus rivales encadenando ganchos en todas las direcciones, versión que de recuperarla podría servirle para sorprender a Charlo y ofrecer un choque entretenido, el campeón se ha convertido en los últimos años en un púgil dinámico que mide mucho su toma de riesgos y que tiene como principal preocupación no desfondarse, por lo que parece difícil que en un choque trascendental para su trayectoria vaya a ofrecer un estilo que no sea ese.
Por ello, aunque es posible que la mejor gestión de los tiempos de ataque y las esquivas de Harrison puedan suponer de nuevo impedimentos para su adversario, que ha asegurado que irá a por el KO para evitar que los jueces trunquen su triunfo, la constante búsqueda de los golpes de poder de Charlo debería volver a dejar una impresión de superioridad, que el excampeón podría convertir en certeza si en lugar de simplemente arremeter desde lejos salteadamente mantiene una mayor actividad y prepara con más astucia sus ofensivas, especialmente planteando repetidos cruces de jabs. Y es que aunque Charlo pueda ser inferior con ese golpe, aumentaría la intensidad de la pugna y con el tiempo crearía oportunidades para conectar ataques decisivos, sobre todo teniendo en cuenta que los golpes de Harrison no le dañaron en nada y que él sí estremeció en varias ocasiones a su contrincante, que llega de doce meses de inactividad y que podría pagar el precio de una pelea con mayor ritmo del que le gustaría.
El evento que tendrá como combate estelar el Harrison-Charlo II será emitido en Estados Unidos por FOX y FOX Deportes desde las 2:00 de la madrugada del sábado al domingo.