Daniel Pi
@BastionBoxeo

No fue fácil y el combate no estuvo exento de protestas de un sector de los aficionados, pero el hecho es que el estadounidense Jermell Charlo (33-1, 17 KO) (en la imagen) vuelve a ser campeón mundial WBC del peso superwélter al derribar en tres ocasiones y derrotar por KOT en el undécimo asalto a su compatriota Tony Harrison (28-3, 21 KO), al que venció en la revancha un año después de que este le infligiese una amarga primera derrota. El combate fue el estelar de un cartel que se desarrolló la pasada madrugada en el Toyota Arena de la ciudad californiana de Ontario (Estados Unidos).

Durante el primer asalto ambos tomaron los puestos que ocuparon en la primera pelea, con Charlo portando la iniciativa, aunque esta vez sin sobreexponerse tanto al ataque, y con Harrison intentando contragolpear. Con todo, en el segundo Harrison decidió realizar un ataque reduciendo los espacios, siendo alcanzado cuando retrocedía posteriormente por un duro croché zurdo y, de refilón, por una derecha que intentó esquivar, cayendo a la lona.

Tras el knockdown sufrido pareció que Harrison podría cometer un error al presionar a un boxeador que le infligía más daños de los que él podía provocarle, pero en adelante el todavía campeón decidió arriesgarse manteniendo la iniciativa y realizando ofensivas. Esto produjo un llamativo retorno a los estilos originales de ambos, puesto que durante bastantes asaltos Harrison volvió a ser en parte el agresivo púgil que fue hasta hace unos años y Charlo recuperó algo del boxeo dinámico y con contragolpes que caracterizó la primera fase de su carrera antes de que, de la noche a la mañana, se convirtiese en un pegador de una mano.

Sea como sea, pese a que hubo cierta igualdad en las acciones, Harrison recuperó el terreno perdido al comienzo durante el segundo tercio de la pugna con sus ofensivas con ganchos enlazados y, sobre todo, gracias a su uno-dos-hook, combinación que se vio respondida por el uno-dos-uppercut de Charlo, siendo así el encuentro más entretenido que el anterior.

Uno de los principales motivos por los que Harrison modificó su estrategia años atrás y dejó de ser un púgil elevadamente agresivo para, en sus últimas peleas, boxear de forma mucho más conservadora fue porque no podía aguantar el desgaste físico que implicaba, que se traducía en bajones de su rendimiento al llegar al último tercio. Quizás pudo verse afectado por ello esta vez también, ya que, aprovechando que Harrison estaba menos activo, en el octavo asalto Charlo pudo recuperar la iniciativa y desde entonces encontró más espacios, justo lo que necesitaba.

Con más tiempo para prepararse y más recorrido para sus golpes, el excampeón empezó a llegar de forma más clara y contundente ante un Harrison que mantenía la pugna contendida pero que estaba siendo cada vez menos eficaz, algo que culminó en el undécimo asalto.

Entonces, Charlo impactó un croché zurdo, precedido por un gancho de esta mano al torso, que estremeció y llevó a la lona a Harrison. Este se alzó pero, tras recibir un nuevo croché, varios potentes uppercuts de izquierda y una derecha, cayó a la lona por segunda vez, pareciendo que el árbitro iba a parar la pugna. De hecho, Charlo se subió a una esquina y un supervisor entró al ring pensando que el combate había terminado. Con todo, el tercer hombre Jack Reiss hizo cuenta, comprobó el estado de Harrison haciéndole caminar y ordenó la reanudación, logrando Charlo encerrarlo contra las cuerdas y lanzar una serie de golpes que llevaron al árbitro a detener el encuentro, enfadando al así destronado campeón.

Muchos aficionados consideran que la parada fue inadecuada, puesto que valoran que o bien se debería haber detenido el encuentro tras la segunda caída o se le debería haber dejado a Harrison que siguiese intentando aguantar, puesto que buena parte de los golpes que causaron la detención fueron bloqueados. Además, estos señalan que las cartulinas parciales, dos de las cuales llevaban por delante a Charlo (doble 96-93, la restante era de 94-95 para Harrison), eran injustas. Por contra, otros creen que las cartulinas fueron acertadas y que la detención no fue para nada equivocada, de modo que la polémica se mantiene en parte.

Por estas circunstancias se está hablando ya de una posible tercera pelea entre ambos, aunque no es seguro que la cúpula de PBC esté dispuesta a completar una trilogía después de que el boxeador que más dinero genera de los dos haya logrado tres knockdowns y se haya desquitado. Por ello, es una posibilidad también que se apunte hacia una triple unificación de coronas contra Julian Williams. Finalmente, no se debe olvidar que Jermell Charlo tendrá que hacer frente a un aspirante obligatorio WBC que debería salir de la eliminatoria final entre Sergio García y Erickson Lubin.