José Manuel Moreno
El estadounidense Demetrius Andrade, de 25 años como «Mikey» García, también se proclamó campeón mundial, en este caso, del peso superwélter de la WBO, al vencer por puntos en decisión dividida a su compatriota (de origen armenio) Vanes Martirosyan. Andrade cayó a la lona en el primer round tras recibir un potente gancho de izquierda de su rival. Hasta la mediación de la pelea, esta era bastante aburrida y controlada cómodamente por Martirosyan. En la segunda mitad de la pelea, y dentro de la escasez de acción que tuvo en todo momento, se impuso el jab de Andrade, hombre además muy capacitado defensivamente, al más puro estilo afroamericano del boxeo actual.
Eran de prever unas cartulinas muy igualadas. Sin embargo, el juez Jesse Reyes sorprendió con un increíble 117-110 para Andrade. Javier Álvarez dictaminó 115-112 para Martirosyan y Don Griffin desempató con un significativo 114-113 para el invicto peleador de Rhode Island. Martirosyan, de 27 años, cae derrotado por primera vez y queda ahora con un palmarés de 33-1-1 (21KO). Demetrius Andrade mejora su récord a 20-0 (13KO) pero tendrá que mejorar mucho, sobre todo en agresividad atacante, si quiere medirse de igual a igual a campeones de la categoría como Mayweather, Canelo Álvarez o Carlos Molina.