Daniel Pi
@BastionBoxeo
A base de potencia y agresividad, el mexicano Julio César Martínez (16-1, 12 KO) (en la imagen) conservó su corona de campeón mundial WBC del peso mosca en el enfrentamiento que disputó contra el aspirante, y excampeón de Europa, Jay Harris (17-1, 9 KO), boxeador británico que superó las expectativas no sólo aguantando los fortísimos puños de su contrincante sino también mostrándose elevadamente competente para capturar un puñado de rounds y ofrecerle al titular su pelea más difícil en años. Las cartulinas dejaron dos razonables puntuaciones de 115-112 y 116-111 y un 118-109 que no se corresponde con lo que sucedió en el Ford Center de Frisco (Estados Unidos).
En el primer round Martínez ya había enrojecido el rostro de Harris y le había provocado una hemorragia nasal, pareciendo que con sus combinaciones de ganchos y uppercuts iba a poder romper la resistencia de su adversario en no mucho tiempo, pero el retador no aflojó, explotando la permeable defensa del campeón con su uno-dos-hook e incluso teniendo la valentía de pararse en el centro del ring y cruzar golpes en acciones de notable peligro.
En cualquier caso, aunque Harris tuvo momentos de eficacia, la diferencia en contundencia entre ambos era un factor determinante, llegando los golpes de Martínez con mucha más fuerza, de modo que podía impresionar a los jueces y llevarse más rounds que su contrincante y menoscabar un tanto sus energías, aunque el europeo mostró una condición física excelente y siguió teniendo movilidad en sus piernas y velocidad en sus manos para seguir dando pasos laterales para salirse de la línea de ataque de su contrincante y alcanzarlo con buenas contras.
La ventaja en las puntuaciones de Martínez, que sacudió con un gancho diestro al rostro a su rival en el séptimo asalto, se certificó con un knockdown a su favor en el décimo episodio, en el que un gancho diestro y un gancho zurdo, ambos al torso, pusieron en la lona a Harris, si bien se levantó y con mucha bravura continuó siendo altamente combativo ante las intensas ofensivas del campeón, que consiguió una victoria merecida pero más trabajada de lo esperado.
En las declaraciones posteriores al enfrentamiento, Martínez afirmó que desea unificar a continuación. Obviamente, el veterano Moruti Mthalane, campeón mundial IBF que teóricamente está en la fase final de su larga carrera profesional, podría ser una opción perfectamente viable si se le paga una bolsa adecuada, pero quienes conducen al sudafricano deberían saber que su estilo de boxeo aguerrido y con búsqueda de intercambios podría tener nefastas consecuencias contra un púgil con ciertas similitudes tácticas con él pero muchísimo menos castigado y mucho más contundente.