Julio González
En estos días José Legrá ha vuelto a la actualidad al recibir un homenaje y la presentación de un libro que recoge su vida. Nosotros queremos recordar al aficionado quién fue uno de los mejores púgiles de nuestra historia:
José Legrá nació en Baracoa (Cuba), barrio del Matachin, el 19 de marzo de 1943.
Es el segundo hijo de siete hermanos y cuando contaba siete años sus padres se separaron y José desde muy pequeño tuvo que ayudar en casa ejerciendo todos los trabajos que aportaban algo a la economía familiar. Trabajó de limpiabotas, repartidor de periódicos y de manisero. No acudió mucho al colegio y cuando debía de ir se colaba con un amigo, Rafaelillo por una tubería en el cine “El Encanto”.
Legrá disfrutaba colándose en el cine y de vez en cuando presenciaba las peleas de Ray “Sugar” Robinson, Archie Moore, Kid Gavilán y un famoso cubano llamado Kid Tunero.
El primer contacto que tuvo Legrá con el boxeo fue en unas peleas que se organizaban en la playa y en las que al vencedor como premio se le entregaba un bocadillo, un vaso de leche, y un dólar. Legrá nunca perdió una pelea en esos encuentros. Allí fue visto por Rene Pecado, que descubrió su potencial y lo llevó al gimnasio La Punta, a pesar de la oposición de mama Sole, a la que no gustaba que su hijo practicara un deporte tan duro.
Debutó como amateur en noviembre de 1958 venciendo a Tomás “Guachiro” Rodríguez. Por esta pelea cobró unas 70 pesetas de la época, el jornal de tres días repartiendo periódicos o limpiando botas. Como amateur llegó a realizar 23 combates, con una sola derrota, la que se produjo en Santiago de Cuba, contra Vicente Núñez.
Poco tiempo después, como Baracoa se le había quedado pequeña, decidió ir a La Habana, que se encontraba a mil kilómetros y con doscientas pesetas en el bolsillo puso rumbo a la capital haciendo autostop.
Solo le cogían camioneros y en el trayecto se dedicaba a fregar platos a cambio de comida. En el camino conoció a un camionero llamado Manolo, al que le contó sus sueños y este sorprendido por su confianza le pagó la pensión al llegar a La Habana, los quince primeros días de alojamiento y comida. Allí conoció a un boxeador que le llevó al gimnasio de Luis Sarria. Sarria sería su primer mánager. En el gimnasio de Sarria, Legrá conocería a los mejores boxeadores cubanos en esos momentos y futuras figuras del pugilismo mundial. “Sugar” Ramos, Kid Gavilán, “Mantequilla” Nápoles, Kid Charol, Kid Chocolate y un largo etcétera.
En 1960 triunfa en Cuba la revolución que llevará al poder a Fidel Castro y demás revolucionarios, como el Che Guevara, Raúl Castro o Camilo Cienfuegos. Justo después de la revolución, Legrá debuta como profesional el 16 de junio de 1960 y derrota por puntos en La Habana a Pedro Piñeiro. Esta victoria le reporta 3.000 pts. que serían sus bolsas en esos primeros combates.
En abril de 1962 el gobierno cubano prohíbe el deporte profesional en la isla, con lo que el boxeo es uno de los grandes perjudicados. Muchos púgiles tienen que emigrar para poder subsistir, entre ellos nuestro campeón. Legrá recibe tres contratos, el primero desde España de Kid Tunero, el segundo desde México y el tercero desde Miami de Angelo Dundee. Legrá escogería el de Tunero por ser el primero y haber aceptado los acuerdos con su paisano.
En 1963, José Legra se encontraba en México, donde había combatido en 19 ocasiones y su padre adoptivo como él lo llamaba a Ernesto Corral, le sugirió que se viniera a España con el manager Kid Tunero, puesto que él no podía llevárselo a Estados Unidos.
El 14 de septiembre de 1963, Legrá llega al aeropuerto de Barajas en Madrid, y le espera Kid Tunero, que le recoge. Se alojan en una pensión económica y comen un solo plato al día, que casi siempre es de legumbres, lo más barato hasta la llegada de su debut. El presidente de la Federación Española Vicente Gil le paga la pensión a Tunero y Legrá en la calle Recoletos de Madrid.
El 26 de octubre de 1963, debuta enfrentándose en el Frontón Fiesta Alegre de Madrid a Lázaro Ben Larachi, marroquí afincado en España y con un gran historial boxístico. Legrá vence por KOT en seis asaltos, pero lo mejor es la impresión que deja en los aficionados, maravilla su alegría en el ring, su juego de piernas y su forma de combatir con las manos abajo. Desde su debut hasta 1967 disputa 76 combates con todas victorias y una sola derrota la que se produce en Inglaterra contra el campeón europeo el galés Howard Winstone, en combate que había ganado Legrá pero los jueces conceden la victoria al púgil local. La prensa inglesa así lo refleja en sus artículos.
En esos primeros años Legrá se enfrenta a los mejores púgiles nacionales y europeos. Vence a Kid Tano en varias ocasiones, José Luis Martínez, Calderín “Kimbo”, José Luis Biescas, Luis Aisa, Ángel Neches, Rodríguez Aguado y Manolo Calvo, todos excampeones y campeones nacionales. Y a los extranjeros Vincenzo Pitardi, Love Allotey, Rourre, Maurice Tavant, Renato Galli y un largo número de púgiles bien clasificados en Europa y algunos en las listas mundiales. En 1966 se le concede la nacionalidad española y poco tiempo después realiza una eliminatoria europea para designar el aspirante al título continental. El 2 de diciembre de 1966 se enfrenta en Madrid al belga Jean De Keers. La pelea fue vista y no vista, en un solo asalto derrota al belga haciéndose acreedor a disputar el título continental que poseía el francés Yves Desmaret.
En la pelea ambos púgiles eran aspirantes después de la renuncia del galés Howard Winstone. El combate se celebró en el Palacio de los Deportes de Madrid con un lleno impresionante de público. Desde el primer asalto Legrá sale decidido a controlar la pelea, golpea con la derecha seguida de la izquierda y el francés se tambalea, entonces el árbitro suizo Mr. Nudhof, que actúa como juez único le cuenta ocho segundos de pie. El resto del asalto Legra continúa atacando, pero sin mucha presión. En el segundo Legra sale presionando, pero con golpes esporádicos que el francés asimila sin problema. En el siguiente nada más salir del rincón Legra aplica una serie que el francés acusa por lo que es contado por el árbitro y nada más terminar la cuenta una nueva serie hace que el árbitro intervenga mandando al francés a su rincón y proclamando a Legra campeón de Europa.
Esta pelea es trasmitida por TVE el 22 de diciembre de 1967, con lo que la popularidad de Legrá es enorme, solo otro boxeador se cotiza como nuestro campeón, Pedro Carrasco. Son los púgiles más populares y los que mejores bolsas cobran por sus actuaciones.
Legrá continúa su carrera venciendo a púgiles bien clasificados y el Consejo Mundial de Boxeo le nombra aspirante oficial al título mundial. El campeón es su antiguo “amigo”, el galés Howard Winstone, que tendrá que hacer la primera defensa contra el hispano-cubano.
José Legrá se coronó campeón mundial del peso pluma al derrotar en cinco asaltos al galés Howard Winstone. El combate se celebró en el Cony Beach Arena de Porthcawl, con capacidad para unas once mil personas que fueron las que presenciaron el combate en directo.
José Legrá gano el combate nada más subir al cuadrilátero, se dirigió al campeón dándole la mano y deseándole suerte, desde ese momento la actitud de uno y otro estaba muy clara. Al minuto del primer asalto un bolo-punch de Legrá derribó al galés, que poco después volvió a caer de un magnífico “swing” al término del asalto. Winstone se fue a su rincón con el ojo izquierdo completamente cerrado.
Los asaltos siguientes fueron una repetición del primer asalto, con un dominio absoluto de nuestro compatriota que con “swing” en largo castigaba duramente al británico que no conseguía equilibrar el combate en ningún asalto. Pero en el cuarto, Legrá se tomó un respiro y bajó el ritmo del combate, llegando incluso a cometer algunas irregularidades por lo que el árbitro ingles le llegó a advertir. El quinto sería el último de la contienda, en este asalto José Legrá salió decidido a acabar con las hostilidades después de aplicar varios golpes, el árbitro inglés señor Harry Gibbs se interpuso entre los dos boxeadores, a los dos minutos y dos segundos de iniciado el asalto y acompañó a su rincón al púgil galés completamente abatido. Legrá en ese momento se arrodilló y se puso a rezar y dar gracias al cielo.
Los aficionados españoles asistentes al combate llevaron en hombros al nuevo campeón hasta los vestuarios. Antes, nada más proclamarlo campeón, el presidente de la BBBOC le entregó el Trofeo “Lord Londsdale”, galardón que desde 1929 se entrega en Gran Bretaña a los boxeadores que conquistan un título mundial en suelo insular. La prensa inglesa elogia al nuevo campeón impresionada por su forma de combatir.
Entre los asistentes españoles al campeonato se encontraba el embajador de España en Gran Bretaña el señor Marques de Santacruz, el presidente de la EBU señor Vicente Gil, el presidente de la Federación Española D. Roberto Duque y el promotor señor Casadei, entre otros.
La bolsa del español ascendió a 1.300.000 pesetas mientras que el campeón recibió dos millones y la recaudación total de la velada se acercó a los doce millones.
No disfrutará mucho tiempo del título, a principios de 1969 se enfrenta al australiano de origen francés Johnny Famechon. Antes había realizado dos peleas con victorias sobre Bob Allotey y el francés Félix Said Brami. José Legrá perdió el título mundial del peso pluma de forma partidista por parte del árbitro. El combate se celebró en el Royal Albert Hall de Londres. José Legrá no fue el boxeador de otras noches, en la pelea se mostró apático y ese estilo característico que le hizo famoso en Inglaterra no se le vio en la pelea por el título. Los ingleses ya sabían de la clase del hispano-cubano que ha disputado grandes peleas en los escenarios británicos. Pero a pesar de todo fue el único que puso emoción a un combate que sólo tuvo las reacciones del púgil hispano.
Ya desde el primer asalto Legrá no salió como en otras ocasiones, parecía más lento, como más cauto y menos explosivo, carente del baile y la guardia baja que desarrolla con tanta precisión, y no podemos decir que estuviera intimidado por el aspirante que a priori dejó que fueran pasando los asaltos y se limitó a hacer un trabajo sencillo de martilleo asalto tras asalto. En el segundo Legr, parece tener una pequeña reacción al intentar boxear con la guardia baja y bailoteando alrededor del aspirante, en ese momento la gente se pone al lado del español y le obsequia con buenas ovaciones, pero con el paso de los asaltos todo vuelve a su normalidad y el combate se vuelve aburrido.
La actuación del árbitro Georges Smith, que actuaba como juez único, se puede considerar descarada y partidista a favor del púgil australiano. El aspirante había caído en varias ocasiones, una en el sexto asalto y otra en el decimoprimero y en ninguna de ellas fue contado con los ocho segundos de rigor.
El presidente Federación Española, señor Roberto Duque, que se encontraba presente en el combate, manifestó al término del mismo que interpondrían una reclamación al Consejo Mundial de Boxeo, al considerar que el árbitro no había sido justo con el resultado del combate, dando ganador de forma descarada al púgil australiano. El combate fue retransmitido por TVE. Las reclamaciones de los dirigentes españoles no causaron efecto y Legrá debería esperar para tener otra oportunidad.
En poco tiempo Legrá recuperaría un lugar en las clasificaciones mundiales. Un año después de perder el mundial se corona en Madrid campeón de Europa al vencer al italiano Tomaso Galli, en la famosa velada de los dos campeonatos de Europa la misma noche. Después de ganar el título realiza cinco defensas victoriosas, elimina a Jimmy Rivie, Giovanni Girgenti, Evan Armstrong, Tommy Glencross y el francés Daniel Vermandere. Aparte de las defensas vence a púgiles de primera fila, pero Vicente Saldívar, el mexicano excampeón mundial, le vence por puntos a Legrá en un veredicto que deja muchas dudas y que nadie se cree. Luego vencería a Jimmy Bell, los italianos Chiroilo, Bruno Melissano y Renato Galli.
Solo sufre una derrota que no se explica nadie en el Palacio de los Deportes de Madrid, se enfrenta en una pelea de trámite contra el marroquí Ben Hassen, y cuando trascurría el cuarto asalto una derecha del marroquí hizo efecto en la mandíbula de Legra que escuchó la cuenta completa por primera vez en su carrera.
Pero esta derrota no deja de ser un accidente porque después vendrá una sucesión de triunfos, que le llevarán a lo más alto.
Nada más revalidar el título contra Vermadere el Consejo Mundial le nombra aspirante al título mundial en poder del mexicano Clemente Sánchez. Y a finales de 1972 se disputa la pelea en diciembre en la localidad mexicana de Monterrey.
Por segunda vez en su carrera José Legra se coronó campeón del mundo del peso pluma, al vencer por KOT en el décimo asalto al campeón mexicano Clemente Sánchez, que había perdido el título en la báscula al no dar el peso reglamentario.
El combate se celebró en la Plaza de Toros.
Once veces cayo Sánchez y en el primer asalto Legrá tiró en tres ocasiones al mexicano, que lento y torpe fue abucheado por el público que presenciaba el combate. Lo mismo sucedió en el segundo asalto, al minuto y veinte segundos con una izquierda vuelve a derribar a Sánchez que se levanta y vuelve a caer en dos ocasiones más y cuando termina el asalto la gente lanza todo tipo de objetos al ring.
Del cuarto asalto al octavo, Legrá bajo el ritmo y parecía juguetear con el campeón que buscaba en todo momento entrar en clinch para evitar las manos largas del aspirante. Nada más comenzar el noveno asalto, Legrá lanza una derecha doblada con una izquierda y Sánchez volvería al suelo seriamente tocado, y nada más levantarse Legrá se lanzó contra él y un derechazo le hizo volver a caer, después de la cuenta por parte del árbitro, otro ataque de Legrá y nueva caída en este asalto cae en cuatro ocasiones la campana le salva del KO, pero el árbitro para el combate nombrando a Legrá vencedor.
Después de quitarle el título, a este con el tiempo le prohibirían sus guantes en el salón de la fama de su país, por ser indigno, al perder el título mundial de esa forma.
Como había prometido a todo el que quería oírle recuperó el título convirtiéndose en el primer español en reconquistarlo de nuevo.
Pero la historia se repetiría y en mayo de 1973 hace la defensa del título contra el brasileño Eder Jofre, el mejor boxeador carioca de todos los tiempos. Jofre había sido durante varios años campeón del mundo del peso gallo. Para los brasileños “O millor Galo du mundo”. José Legrá perdió por puntos en quince asaltos el título mundial del peso pluma, al ser derrotado por el brasileño Eder Jofre en la capital del país carioca, Brasilia. El combate se celebró en el Gimnasio de Brasilia, con presencia de gran número de aficionados y el presidente del país con gran parte de su gobierno. El brasileño que en otros tiempos llego a ser uno de los mejores Gallos de la historia y el mejor boxeador brasileño de todos los tiempos, por lo que era conocido como “El Gallo de Oro”, no hizo méritos suficientes para destronar al campeón José Legra, que, aunque no fue su noche, podemos decir que un combate nulo o una victoria por la mínima de Legrá hubiera sido el resultado justo.
Legrá cometió muchos errores en una pelea que tenía que haber controlado y no supo o no pudo, el primero fue no imponer la distancia adecuada que le favorecía, la segunda perder tiempo en los asaltos cuando era su rival el que tenía prisa y debía ir por delante, la tercera, pelear en el terreno del contrario, que hizo un combate lento y monótono en la mayoría de los asaltos. Pero a pesar de todo si alguien puso algo de velocidad, de técnica de buen boxeo, fue José Legrá que se vio desfavorecido por los jueces al final del combate. Después del primer asalto de tanteo, lo mejor del español fueron el tercero y cuarto asaltos. Al final del tercero el hispano-cubano tocó al aspirante que se fue reculando hasta las cuerdas y puso una rodilla en el suelo. El árbitro haciendo tiempo esperó a que sonara la campana y cuando sonó, le dio una palmada en la espalda al brasileño y sin contarle un solo segundo le mandó a su esquina, cuando está en vigor la regla de que la campana no salva del KO.
Increíble la actuación del árbitro norteamericano señor Jay Edson que no aplicó el reglamento como era de esperar. A partir del cuarto asalto que fue de dominio del español y en el que el brasileño salió recuperado de los efectos de tercero, el combate siguió con la misma monotonía. Al final el árbitro y uno de los jueces los brasileños dieron en sus cartulinas ganador al aspirante y el tercer juez el español Lorenzo Sánchez Villar dio combate nulo por lo que fue silbado cuando se anunció su puntuación.
El combate fue retransmitido por TVE en directo desde Brasil. Y al final el español no solo perdió el título, sino que fue sancionado por llevar en su pantalón una marca publicitaria no consentida por la organización.
Si de forma espectacular Legrá ganó el título mundial en las dos ocasiones, de la misma forma también lo perdió en dos peleas que no fueron a lo que Legrá nos tenía acostumbrando, aunque en ninguna de las dos debería haber perdido el campeonato.
Solo dos peleas realizaría Legrá antes de retirarse definitivamente, la primera la celebró en Palma de Mallorca enfrentándose al inglés Jimmy Bell antiguo rival de Legra en el año 70 y en esta ocasión como en la anterior venció Legrá a los puntos. Y la última pelea la disputó contra Alexis Arguello, el mejor boxeador nicaragüense de todos los tiempos y uno de los mejores hispanos de la historia. La derrota fue dolorosa perdiendo por KO en un solo asalto.
Una vez retirado montó un pub en Canarias, en el que invirtió cinco millones de pesetas con un socio que al final le engañó y no pagó ni la cafetera, decía Legrá. Los cinco millones se esfumaron y el negocio se lo embargaron, cerrando con la pérdida de lo invertido. Después Legrá montó una fontanería y una peluquería, un taller mecánico y otros negocios.
Su último negocio fue un almacén de construcción que no le fue mejor que los otros en los que intervino, hasta su retirada del mundo empresarial. Otra de sus facetas, fue su carrera en el cine y la TV, fueron medios en los que apareció con frecuencia. Intervino en la película de 1970 “Cuadrilátero”. y en la década de los noventa intervino en varios capítulos de TV, como “Makinavaja” el programa Tuttifruti o Vip Noche en Tele 5.
En la actualidad José Legra vive tranquilo en una residencia de Madrid, jubilado y recordando los viejos tiempos de su esplendor en el mundo del pugilato. Hace algunos meses recibió una ayuda económica del Consejo Mundial de Boxeo. Y en febrero recibió un homenaje y la presentación de un libro con su historia.