Julio González
Pocos acontecimientos deportivos realizados en España en los últimos tiempos tuvieron la relevancia del combate por el título de Europa del peso ligero entre Pedro Carrasco y Miguel Velázquez (a la izquierda en la foto). El combate se celebró el 13 de junio de 1969 en el Palacio de los Deportes de Madrid.
Pedro Carrasco (74-1-1, 44 KO) era el campeón de Europa del peso ligero, un auténtico ídolo nacional. Había ganado el título en junio del 67 al danés Borge Krogh, y hasta la fecha había realizado cuatro defensas victoriosas, y no tenía rival en Europa. Muchos aficionados pensaban que el único boxeador que podía vencer a Carrasco era el canario Miguel Velázquez (33-0, 19 KO), quien había sido un gran amateur conquistando el título nacional en 1965 del peso ligero y ese mismo año fue campeón mundial militar. También había participado en los Juegos Olímpicos de Tokio 1964, estaba invicto en su carrera profesional y había ganado seis títulos de España. La EBU, cuyo presidente era el español doctor Vicente Gil, le había nombrado aspirante oficial .
El combate levantó mucha expectación y se celebró ante más de 12.000 espectadores Durante los quince asaltos hubo momentos en el que el público se puso en pie y aplaudió a los dos boxeadores a rabiar.
Desde el primer asalto el combate fue vibrante con intercambios de golpes y continua iniciativa por parte de los dos boxeadores. El primero fue del aspirante y aunque fue de tanteo, Velázquez conectó buenos uno-dos que el campeón notó al final del asalto. En el segundo, la presión del aspirante tuvo casi grogui al campeón al final del asalto. En el tercero, Carrasco salió decidido a inclinar la balanza a su favor y lo logra conectando buenas manos que el aspirante notó. En los asaltos cuarto y quinto, Carrasco llevó la iniciativa y al final del quinto, el árbitro amonesta a Carrasco por golpear a Velázquez en la nuca. En el octavo asalto, Carrasco abrió la ceja de Velázquez, que terminó sangrando en abundancia. El noveno y el décimo son más bien igualados con ventaja para Carrasco en las puntuaciones.
En el undécimo, Velázquez aprovecha los fallos de Carrasco para castigarle, mientras que en el 12º es claro para Carrasco que deja algo tocado al canario.
En el decimotercer asalto el árbitro llamó al médico para que examinara las heridas de Velázquez que seguía sangrando por la ceja y trascurrido la mitad del asalto el árbitro vuelve a llamar al médico que manda continuar, al final del asalto uno-dos de Velázquez hace que el campeón sangre por la nariz. En el asalto decimocuarto, parece que se toman un respiro para empezar el siguiente asalto, el último, con un Carrasco campeón dominando adjudicándose el round.
Al final el veredicto fue de victoria de Carrasco por apretado margen de puntos, aunque ninguno mereció perder. Como árbitro, actuó el internacional español señor José Fernando Perotti.
La prensa nacional dedicó grandes titulares:
Marca “Quince asaltos dramáticos”
Arriba “Un combate de grandeza épica”
Pueblo “Dos campeones europeos -Cruel Combate- “
Boxeo “¡Una pena que no hubiera dos títulos de Europa¡”
YA “El combate dejará un recuerdo imperecedero entre los aficionados”
AS “Combate de dureza implacable”
Informaciones “Carrasco y Velázquez, dos grandes campeones”
ABC “Tras una pelea vibrante y ensangrentada, Carrasco fue declarado vencedor de Velázquez”
Mundo Deportivo. “Carrasco conservó el título, en una durísima pelea”
Este sería el principio de dos largas y brillantes carreras. Años más tarde los dos serían campeones del mundo y Velázquez también alcanzaría el título europeo.