Darío Pérez
@Ringsider2020
Fotos: Golden Boy Promotions
Uno de los protagonistas de la semana es el bahameño Tureano Johnson (21-2-1), elegido para enfrentarse a Jaime Munguía en su próximo combate de octubre. Tras una década de carrera, es su mejor oportunidad para acercarse a un título mundial, pues una victoria ante Munguía le pondría en la rampa para lanzarse hacia los codiciados cinturones. Ha recibido a ESPABOX para hablar de su carrera, su boxeo y el gran reto que le espera.
-Hola, Tureano. Un placer hablar contigo. ¿Cómo están las cosas por allí, sobre todo la salud?
-Hola, mucho gusto, estamos bien en todos los sentidos, entreno bien y como bien. De salud, estamos con mucho cuidado respecto al virus, el principal objetivo es que el combate programado se pueda desarrollar sin problemas.
-Primero de todo, nos gustaría saber tu historia con el boxeo, cómo fueron tus comienzos en este deporte.
-Antes de nada, me gustaría dar gracias a Dios Todopoderoso por ponerme donde estoy. Empecé en el boxeo cuando era un niño, con ocho o nueve años. Ray Minus, el campeón de la Commonwealth bahameño, que también luchó por el mundial contra “Happy” Lora, comentó algo sobre iniciarse en el boxeo a mi hermano y mi hermana, y yo me acoplé un poco sin estar invitado. Al final, yo he sido el único que ha seguido en ello, es curioso.
-Háblanos de tu Carrera amateur. Suponemos que Pekín 2008 fue tu mejor momento, siendo cuartofinalista olímpico. ¿Qué nos cuentas de ese periodo de tu vida?
-Es un orgullo para mí haber representado a Bahamas en muchas competiciones. Estuve en los Commonwealth Games 2003, donde fui medalla de plata. Luego, en el preolímpico de 2004 de Tijuana fui medalla de bronce, pero solo iban a los Juegos Olímpicos los dos primeros. Me quedé otros cuatro años en el boxeo amateur, y, como dices, me clasifiqué en 2008 para Pekín; gané los dos primeros combates, pero luego perdí con el representante chino.
-Casualidades de la vida, boxeo amateur y perder contra el boxeador local.
-(Ríe) El boxeo amateur… Es una situación complicada. No quiero hablar demasiado sobre el tema, pero no me gustaría pasar de nuevo por él. Creo que ese sistema de puntuación era injusto, desleal. Pero bueno, estoy contento de haber estado en unos Juegos Olímpicos, aunque no te niego que, con una medalla, mi vida habría sido mejor.
-Y en 2010 te haces profesional. ¿Por esto que me dices de unas puntuaciones cuestionables?
-Realmente, no fue por dinero. Como sabes, soy de Bahamas, no es un país empobrecido, ese no fue el problema. Pero no me gustaba la manera en que se gestionaba el boxeo amateur, el trato a los boxeadores… Todo eso necesitaba un cambio. Ahora sí que se está en plena reestructuración del boxeo profesional, pero es un poquito tarde para mí. También creo, entre tú y yo, que mi boxeo está mejor orientado al profesionalismo, ahora que tengo perspectiva de todo ello. Por ello, decidí hacerme profesional, y ahora soy un boxeador de Golden Boy.
-Buen momento para preguntarte cómo es tu estilo de boxeo.
-Me gusta hacer combates emocionantes, moverme, el boxeo profesional. En amateur es más tocar que golpear, y yo soy más de pegar que de simplemente puntuar.
-Como profesional, empiezas nada menos que con 14-0. Y llega Curtis Stevens. Ibas arriba en las cartulinas y, en el último asalto, una izquierda te daña y se acaba el combate. ¿Qué ocurrió desde dentro y cuántas veces has recordado ese momento?
-Eso es algo que nunca puedo olvidar. Curtis Stevens es buen boxeador, muy fuerte, pero Tureano es mejor, Tureano es un animal en el ring. El problema fue que en el ring nunca sabes realmente si vas ganando, si no… Entonces a mí me dijo mi profe (entrenador): “Tureano, tú vas abajo y necesitas un nocaut”. ¡Ay, mi madre! Yo lo siento, pero en ese momento mi profe no me ayudó mucho.
-Tras este contratiempo, llegan seis victorias seguidas y tu carrera vuelve a la buena senda derrotando a notables boxeadores, como el previamente imbatido Mike Gavronski, Alex Theran or Eamonn O’Kane. ¿Son tus mejores tiempos como deportista?
-Sí, claro, fueron muy buenos años de boxeo. Pero ahora estoy mejor: Tureano es más fuerte y más rápido, Tureano tiene más experiencia, más inteligencia. Estoy como nunca y soy más peligroso en el ring de lo que jamás he sido.
-Y llega tu pelea ante Derevyachenko, que acaba de enfrentarse a Jermall Charlo. ¿Qué nos cuentas de él y vuestro combate?
-Claro, le conozco mucho, peleamos y fue muy bueno para mí. Lástima que en esa pelea no estuve al cien por cien, pero es un boxeador tremendo. Creo que Sergiy tiene buenas posibilidades de derrotar a Charlo en cualquier momento. Mira a Charlo cuando ganó a Korobov, casi todos vimos ganar a Korobov, pero le dieron la pelea a Charlo.
-¿Por qué no estuviste al cien por cien contra Derevyachenko?
-Tuve muchos problemas de salud. No descansaba lo suficiente, no estaba mentalmente centrado y tampoco sé si debía aceptar la pelea. Hubo algún asunto con gastos inesperados, y también tuve que boxear por el dinero. Me gustaría una revancha contra él, estoy absolutamente seguro de que le ganaría, sin ninguna duda. Es un tremendo boxeador, le llaman “The Technician” por algo, merece la pena verle boxear por su habilidad y es muy inteligente, pero tendría mis trucos para contrarrestar los suyos. Por algo tenemos el mismo entrenador, Andre Rozier (también entrenador de Daniel Jacobs, entre otros).
-Tu último combate contra el invicto Jason Quigley fue increíble. Muchos te tildaban de víctima, pero le demoliste y mostraste una condición física impresionante. ¿Ha sido un nuevo impulso para ti y tu carrera?
-Ya llevaba tiempo observando a Quigley antes de nuestra pelea, igual que ahora tenía el objetivo de Munguía y se ha cumplido. Sobre si mejora mi carrera este tipo de victorias, realmente no es algo que piense de antemano. Lo veo como una oportunidad de demostrar que estos boxeadores son muy buenos, pero creo que puedo derrotarlos. Y no simplemente en las cartulinas o por KO, sino con un boxeo perfecto. Y eso pasará el 30 de octubre, se va a ver a un Tureano más fuerte, rápido e inteligente, daré una clase de boxeo a Munguía y le pondré a dormir.
-¿Cómo va el proceso de preparación para la pelea, a cinco semanas de la misma?
-El campamento está en proceso, pero no te puedo decir nada, hay muchos secretos que guardar (tono de misterio y risas). Sí que te cuento que estamos a tope, entrenando de maravilla para lo que seguro que será un gran triunfo.
-¿Sin restricciones en lo relacionado con la pandemia? ¿Es como cualquier otro?
-No es un problema, estamos tomando todas las precauciones posibles. Son fechas muy serias en mi vida, tengo una pelea contra Jaime Munguía, y no hay un evento para mí mejor de cara a mostrarle al mundo mis habilidades. Por eso, que nadie dude de que estoy teniendo cuidado: mucha higiene de manos, llevar mascarilla, no exponerme a contagios… No quiero arriesgarme a perder esta oportunidad, así que tengo que estar seguro de mantenerme sano.
-¿Nos puedes contra algo sobre el Tureano Johnson no boxeador? ¿Cómo es fuera del ring?
-Tureano es un muchacho normal, que ama a su familia, que ama a su país, Bahamas, y a toda la zona del Caribe: Jamaica, Antigua y Barbuda, Trinidad y Tobago, etc. Y amo a la gente, no importa el país. Pero, por encima de todo, amo a Cristo; yo soy de religión cristiana, y tú puedes tener la tuya, que yo te respetaré y no te fuerzo a que compartas la mía. Yo respeto a todo el mundo, Tureano es un buen chico, pero fuera del ring. Allí arriba, no tengo miedo ni del diablo, también pelearía con él.
-Finalmente, te preguntamos por España. Además de hablar un castellano que nos encanta por el acento y la alegría que se nota, ¿qué conoces de nuestro país y su boxeo?
-Yo entrené y viví en Cuba durante mi etapa amateur, y me fijaba mucho en los púgiles españoles, porque en boxeo aficionado siempre tuvieron grandes deportistas. Siempre han tenido un equipo nacional muy fuerte. Además, tengo muchos amigos que están en España, y tengo una invitación para conocer España por parte de uno de ellos, quiero ir pronto allí.
-Pues ahora ya tienes dos. Te deseamos lo mejor para el próximo combate y tu futuro.
-Gracias, que así sea.