Darío Pérez
@Ringsider2020

Gran pelea la vivida en Japón, con el aliciente de contar con público y dos tremendos deportistas que dieron todo para agradar. Kazuto Ioka (26-2, 15 KO) frustró el sueño de Kosei Tanaka (15-1, 9 KO) de ser el campeón más joven en cuatro divisiones en una actuación plena de astucia, adaptación al rival y precisión. Ioka sigue siendo el campeón mundial supermosca WBO y podría optar por la vía americana para lograr unificaciones y buenas bolsas en el futuro cercano.

Tanaka asumió el rol de agresor desde el inicio, ocupando el centro del ring y buscando llegar al campeón, que esperaba agazapado y lanzaba peligrosas contras que en el segundo asalto empezaron a llegar al aspirante. El público, presente en gran cantidad dentro del recinto, vibraba casi tanto como nosotros al recordar lo que es el deporte con gente viviéndolo apasionadamente. Los rounds eran cerrados, mostrando al mundo lo que es el boxeo japonés en los pesos más livianos: guerras con kamikazes que atacan sin pausa y tremendos contragolpeadores, siempre presentando buena resistencia a los garrotazos intercambiados; no nos puede extrañar los índices tan elevados de KO que presentan muchos de estos púgiles.

Ioka fue de menos a más. La experiencia es un aspecto fundamental en el deporte, y pareció que su estudio constante al retador, a cómo entraba para intentar herirlo, parecía más fructuoso a partir del cuarto asalto: buenos ballesteos que evitaban ser alcanzado, manos a la contra cada vez más certeras y, sobre todo, la sensación de Tanaka de ser incapaz de imponerse como en los quince pleitos disputados anteriormente. Se veía en las repeticiones tras cada asalto cómo Tanaka lanzaba seis o siete golpes en algunas combinaciones, sin llegar a impactar en la anatomía del campeón.

Hablábamos antes de que lo que has acumulado en el cuentakilómetros deportivo te da mucho, y el final del quinto asalto, momento que quizás empezó a decantar la cerrada pelea, así lo demostró. Cuando estaban en el clinch, Ioka utilizó el brazo y el hombro para levantar la cabeza de Tanaka, golpeando a continuación con el croché. Varias veces repitió esta treta, mostrando cierto éxito que concluyó, segundos después, con el ensangrentado aspirante a la lona en otro uno-dos de contraataque. Y el sexto asalto nos mostró de nuevo la misma acción maestra de Ioka, volviendo a derribar a Tanaka: croché de izquierda del aspirante que se veía repelido por otro gancho a su parte derecha, más rápido y preciso, del astuto titular del cinturón mundial. El castigo se iba acumulando y Tanaka mostraba una valentía admirable al continuar.

Tras un séptimo asalto en el que Tanaka, frustrado, intentó quemar sus naves dejándose toda la energía que le quedaba sobre el cuadrilátero, en el octavo terminó la pelea. La táctica era la misma, dejar que Tanaka viniera ganando en confianza y, una vez ahí, recibirlo a la manera de Ioka, con una mano izquierda durísima. En este caso, no cayó al suelo Tanaka, pero quedó a merced del rival y el árbitro, creemos que con buen criterio, paró el combate por clara inferioridad.

Gran combate para cerrar el año, que no defraudó y hace que los aficionados del boxeo encaren 2021 con mejores sensaciones. Gran panorama se presenta a Kazuto Ioka con Sor Rungvisai, Estrada y Chocolatito en su misma división, buenas opciones de buscar plata en Estados Unidos y el prestigio de medirse a los mejores del mundo.

Feliz año nuevo a nuestros lectores y que 2021 nos ofrezca más choques apasionantes como el vivido en la última mañana del año que termina.