Darío Pérez
@Ringsider2020
El madrileño José Ramos Savín (6-0-1, 2 KO), coaspirante junto a Juanfe Gómez al Campeonato de España Superpluma, tenía apalabrado un combate en Nigeria para los últimos días de 2020, como informamos en su momento en ESPABOX. En juego estaba un cinturón de campeón de una de esas federaciones de escasa importancia que proliferan en el mundo del boxeo, la WBF, y una bolsa interesante.
Sin embargo, problemas de última hora le impidieron viajar al país africano, y tuvo que renunciar al combate para quedarse al cuidado de su gimnasio en Colmenar Viejo, que es al fin y al cabo su sustento diario. Este hecho puede que, sin saberlo, le haya salvado de una situación de extrema peligrosidad para, incluso, su vida.
El madrileño se vio sustituido en el combate frente al nigeriano Ridwan Oyekola por un chaval argentino, Lucas Montesino, que viajó por el Atlántico en busca de subir en su joven carrera deportiva junto a su padre y también exboxeador, Raúl. El resultado fue lo de menos, con victoria del nigeriano a los puntos en un combate que ni siquiera reconoce como disputado BoxRec. Lo peor vino posteriormente: los argentinos han estado luchando por su vida tras haber contraído malaria o paludismo, una enfermedad parasitaria que se contrae por la picadura de la hembra de cierta clase de mosquitos, muy habituales en ciertas partes de África.
Lucas y Raúl Montesino tuvieron que ser internados en Trelew, localidad argentina donde residen, con varios órganos afectados y una situación económica precaria, que no les permitía costearse la permanencia hospitalaria. Así, incluso Irina Montesino, hermana e hija de los citados respectivamente, ha tenido que pedir ayuda a través de prensa local y redes sociales, que parece que ha conmovido a las autoridades locales para ayudar a los deportistas.
Nuestros compañeros argentinos de «A la vera del ring» señalan, además, que el dinero pagado a Montesino por el combate fue «insultante» (al menos, lo que decían los contratos), añadiendo que no se tomaron los controles necesarios para viajar a un lugar donde se recomiendan cuidados previos para evitar, precisamente, contagiarse de este tipo de enfermedades. Las buenas noticias son que el joven Lucas, que presentaba hace días el cuadro más grave y se temía por su vida, ha mejorado, y el único problema severo que persiste es el renal, ya que sigue recibiendo diálisis. Raúl, su padre, pudo ser dado de alta recientemente.