Darío Pérez
@Ringsider2020
La iniciativa WBC Cares, promovida por el Consejo Mundial de Boxeo, sigue su curso tras los difíciles tiempos de la pandemia, tratando de ayudar a los más necesitados en los lugares donde el boxeo podría ser una alternativa y una salida de vida ante las dificultades económicas y vitales.
Por eso, hace unos meses hizo una entrega económica a exboxeadores nicaragüenses de la tercera edad o con contrariedades de tipo monetario. Fue un emotivo evento que contó con representantes administrativos y políticos de Managua, la capital del país, del WBC, altas instancias del boxeo local y destacados empresarios, aparte de púgiles históricos del país como Rosendo Álvarez y Eduardo Mojica. Así, se entregaron partidas económicas a algunos deportistas caídos en desgracia para aliviar una coyuntura difícil, como la pérdida de una de sus piernas del expúgil Jorge Luis Aguilar, a quien se le proveyó de ayuda monetaria a través de la Nevada Community Foundation.
Además de ello, el WBC recientemente otorgó una serie de becas en forma de ayuda económica a FECARBOX (Federación Centroamericana y del Caribe de Boxeo) y al Instituto Nicaragüense de Deportes para la profesionalización de jueces, árbitros y entrenadores del lugar. A cargo de ello ha estado Xochitl Lagarda como directora de WBC University, plataforma pionera para difundir el aprendizaje del Noble Arte del organismo; es la primera universidad mundial sobre boxeo y está encargada de formar, también de manera virtual, a técnicos relacionados con varias ramas del pugilismo, como las citadas anteriormente.
En Nicaragua estuvo Adrián Zepeda como representación del Instituto del Deporte coordinando los cursos, que preveían también una serie de intercambios con México frenados por la pandemia, que tuvieron que hacerse de manera remota. Bismarck Morales, representante WBC en el país centroamericano, fue quien impulsó este proceso para mejorar la calidad del boxeo nicaragüense. Morales dijo que se aprovechó la pandemia para compensar las dificultades de la situación con imaginación y trabajo, de modo que se pudo dotar a los boxeadores amateur de Nicaragua de los entrenadores cualificados que necesitaban y jueces competentes. Añadió Morales que «por fin Nicaragua puede decir que está preparada para ir a los torneos internacionales de boxeo amateur con gente capacitada». Sobre el boxeo profesional, se lamentó de que hay buenos mimbres con los que trabajar, pero se carece de promotores que puedan mover a esos boxeadores.
Desde el WBC explican que la preparación de los agentes del boxeo en la zona es un viejo anhelo del finado José Sulaimán, continuada por su hijo Mauricio, alabando el trabajo de la WBC University ante los problemas de una situación mundial en las que el transporte es casi imposible de manera fluida entre los diversos países.
Hace unos días se hizo entrega de los certificados a los beneficiarios que pudieron realizar estos cursos, donde de nuevo Bismarck incidió en que el boxeo nicaragüense estaba «con un retraso de unos 50 años, por lo que había una imperiosa necesidad de tener jueces y referís verdaderamente profesionales». Los jueces José Manzur y Omar Mintún y el árbitro Héctor Afú consiguieron, con éxito, transmitir su experiencia y conocimiento a los aprendices. También estuvo presente en la ceremonia Marlon Torres, director del Instituto Nicaragüense de Deportes, felicitó a los organizadores y participantes y agradeció el impulso al deporte del país. Mauricio Sulaimán presidió el acto como máximo mandatario del WBC, entre orgulloso y afortunado por haber podido ayudar al deporte de un país tan necesitado y tan cercano a su organismo.