Darío Pérez
@Ringsider2020

La mejor velada del año. No hace falta otra presentación que pueda definir mejor lo que viviremos este sábado.

Cuando hace unos meses todos esperábamos la unificación total del peso pesado entre Tyson Fury y Anthony Joshua para finales de verano, fue un jarro de agua fría saber que Fury estaba obligado por contrato a darle la revancha a Deontay Wilder, tras su segundo encuentro. Medio año después, esa acumulación de los cuatro cintos en un campeón indiscutido e indiscutible parece muy lejana, pero el espectador ha ganado una gran pelea (Joshua-Usyk) y la velada que nos espera mañana sábado en el T-Mobile Arena de Las Vegas (Estados Unidos). Es una copromoción entre Top Rank, empresa que maneja a Fury en Estados Unidos, y PBC, agencia de Wilder, demostrando una vez más que, cuando se quiere colaborar, se puede; y se debe, porque la calidad de los espectáculos aumenta de manera exponencial.

Decimos velada porque, dejando aparte una pelea principal llena de morbo por cómo ha ido subiendo la animadversión entre los protagonistas desde febrero de 2020, tiene toda una fase final de PPV apasionante, con cuatro choques del peso pesado notabilísimo, pero incluso en el undercard nos encontramos con pleitos que harían enrojecer a más de un envite de semifondo de teóricas galas top en los últimos meses.

Tyson Fury (30-0-1, 21 KO) expone su campeonato del mundo WBC dieciocho meses después de aquella aniquilación de Deontay Wilder (42-1-1, 41 KO), tras una primera pelea en la que el británico se recuperó de dos caídas, la segunda de manera milagrosa. En esa segunda pugna, Fury cambió de táctica y fue al ataque, mostrando las carencias defensivas del estadounidense y siendo muy superior. La hilera de excusas del mañana aspirante, entre las que destacamos el traje, la adulteración del agua por parte de su propia esquina e irregularidades en los guantes de Fury, no hizo sino recrudecer la guerra dialéctica entre ambos, algo aún más acentuado tras el aplazamiento hace tres meses de este evento tras alegar el Gypsy King un positivo en covid que Wilder no se creyó.

Por el medio, escenas tan esperpénticas como Fury poniendo dos voces en la rueda de prensa de presentación de la función, tras negarse Wilder a responder las preguntas de Crystina Poncher (anfitriona del acto), y otras tan serias como el grave problema de salud de la hija recién nacida del excéntrico europeo. Sobre la pelea, y a falta de saber si Malik Scott aportará algo nuevo al Bronze Bomber, pensamos que dependerá en gran parte del enfoque que le dé Tyson Fury, pues si está concentrado y su preparación ha sido la adecuada es un boxeador más inteligente, con mejores movimientos y mucho más impredecible que Deontay Wilder. Pero esto es boxeo, son los pesos pesados y Wilder, al César lo que es del César, es de los mayores pegadores a una mano de la historia de este deporte.

La victoria de Fury se paga a 1,40 € por euro apostado, mientras que la de Wilder a 3,10 €, pero además hay opciones para apostar a múltiples resultados del combate, pinchando en el título de la pelea. (SE PUEDE APOSTAR TAMBIÉN A VARIOS COMBATES DE LA GALA)
Aquí tenéis las posibilidades de apostar en nuestra sección de apuestas. ¡Suerte!

Tres serán los combates que acompañen al principal en la parte que se televisará casi mundialmente. Otra revancha inmediata, en este caso de europeos, nos traerá emociones fuertes, pues se vuelven a medir el finlandés Robert Helenius (30-3, 19 KO) y el polaco Adam Kownacki (20-1, 15 KO). El nórdico parecía, con una trayectoria descendente en el último lustro, una piedra de toque para Babyface antes de proponerle para gestas mayores, pero el polaco, que controlaba la pelea, fue sorprendido y cazado por Helenius en lo que supuso una tremenda sorpresa, pocos días antes de que la pandemia nos sorprendiera de otro modo. Es por ello que este duelo tiene morbo por ver si Kownacki habrá ajustado lo suficiente para no dejarse contragolpear, habrá tomado nota para evitar excesos de relajación y no desconectará ni un segundo de lo que tiene enfrente. Doce asaltos les esperan.

Además, a diez rounds veremos un duelo de invictos donde el vencedor golpeará la puerta de los primeros puestos en las listas mundiales, el prestigio y el dinero de las grandes noches de boxeo mundial. El nigeriano Efe Ajagba (15-0, 12 KO) verá en la otra esquina al cubano Frank Sánchez (18-0, 13 KO). Ambos residentes en Estados Unidos, récord similar, edad parecida y medidas diferentes, ya que el africano presenta una envergadura fuera de lo común, además de ser un poco más alto que el caribeño. Contemplaremos dinamita pura entre dieciséis cuerdas, pelea que puede beneficiar al cubano si se alarga porque posee mayores recursos técnicos a medio plazo que Ajagba, pero con el nocaut sobrevolando el tapiz desde el primer tañido de campana.

Finalmente, el mejor proyecto de peso pesado del mundo, Jared Anderson (9-0, 9 KO) abrirá la parte que se exhibe por la pequeña pantalla. Su rival será el ruso Vladimir Tereshkin (22-0-1, 12 KO), que presenta un currículum vítae para, al menos, no dar por hecho que será un trabajo sencillo para el imponente Big Baby. Muy grande, zurdo y residente en Estados Unidos, Tereshkin presenta la desventaja de llevar prácticamente dos años sin boxear profesionalmente, lo que contrasta con la gran cantidad de apariciones de Anderson en las veladas de Bob Arum tras el confinamiento global. Ocho asaltos es la distancia pactada para ver si Anderson escucha por primera vez la lectura de unas cartulinas.

El resto del cartel nos deleitará con enfrentamientos, todos ellos a diez episodios, como Robeisy Ramírez (7-1, 4 KO) ante Orlando González (17-0, 10 KO), donde ambos zurdos de peso pluma buscarán derrotar a su rival más difícil en el campo profesional. Ramírez, oro olímpico, tiene en el Capu a la medida exacta para ver si podría reeditar en el boxeo rentado sus excelsas acreditaciones como amateur.

Asimismo, el límite del supermedio es donde se miden Edgar Berlanga (17-0, 16 KO) y Marcelo Cóceres (30-2-1, 16 KO). El Terrible argentino querrá aguar la fiesta de un Berlanga que vio cómo se frustraba su racha de victorias antes del límite en su anterior actuación, en lo que se antoja una batalla espléndida.

Y no menos grandioso será ver, aunque con rivales un poquito menos competitivos como este elenco de grandes deportistas nombrados, al superwélter estadounidense Julian Williams (27-2-1, 16 KO) y el superligero cubano Rancés Barthelemy (28-1-1, 14 KO), ambos campeones del mundo en fases no muy lejanas de sus respectivas carreras.

Aunque nos las tendremos que ingeniar para los combates previos, la parte principal de la velada se podrá ver en FightSports Max, el canal del diario Marca, por solo 4,99 euros, pinchando aquí.