Darío Pérez
@Ringsider2020
El organismo regidor del boxeo en Europa, la EBU, ha ordenado revancha inmediata entre el nuevo campeón del peso medio y el anterior poseedor del título.
Por ello, Anderson Prestot (25-2, 13 KO) tendrá que dar una oportunidad de desquite al veteranísimo Matteo Signani (31-6-3,11 KO). Como explicábamos en la crónica de ESPABOX, la pelea se detuvo en el quinto asalto tras un aparatoso corte en la ceja del francés, corte que estaba exactamente igual unos segundos antes, en el cuarto; se considera por parte del equipo de Signani que, dado que Prestot había comenzado mejor la pelea y seguramente vencía en las cartulinas (como así fue), se intentaron estirar las acciones pese a la peligrosidad de la herida hasta consumir cuatro asaltos y así evitar el nulo técnico, que habría provocado que el transalpino continuase portando el cinturón.
Aparte de esa alegada irregularidad, bastante subjetiva pese a tener una base reglamentaria, hay otra ciertamente preocupante. Ni antes ni después de la pelea se hicieron controles antidopaje a los deportistas, por lo que se pidió que se anulase el resultado de la pelea por parte de Signani y su entorno (tras el adverso resultado de la misma, cómo no). Sin embargo, no ha sucedido tal hecho y el excampeón tiene que conformarse con la opción de recuperar su cetro sobre el cuadrilátero. Parece ser que el encargado de realizar el control, cayó enfermo unas horas antes.
La EBU ha dado a las dos partes para ponerse de acuerdo respecto a las condiciones de la pelea hasta el 18 de julio, día en el que, en caso contrario, se procederá a la subasta.