El pasado sábado, Terence Crawford derrotó por nocaut en el sexto asalto a David Avanesyan. El estadounidense es uno de los mejores boxeadores del mundo y fue claramente superior al ruso, pero lo ocurrido instantes antes del desenlace del combate originó multitud de dudas entre los aficionados.
Los guantes de Crawford presentaban algún problema, pero no fue obligado a usar el par de reserva, por lo que continuó boxeando con unos guantes defectuosos.
La marca Everlast, que fue la que uso Crawford ante Avanesyan, ha explicado lo ocurrido. La compañía reconoció que se trataba de un par defectuoso, a causa de un problema con el cuero.
De esta manera, debería haber sido el árbitro quien hubiese solicitado a Crawford que cambiase de guantes, para poder boxear en igualdad de condiciones que su oponente.
Las federaciones, conforme a sus reglamentos, deben examinar los guantes en la lectura de normas previa al combate. Un guante con el relleno defectuoso, como en el caso de Crawford, favorece al púgil que utiliza dicho par, ya que su pegada no se ve reducida por el relleno del guante a la hora del impacto.