José Manuel Moreno
@josemorenoco

En el combate de semifondo de la velada cuya pelea estelar era la Canelo-Angulo, otros dos mexicanos proporcionaron un buen combate valedero para el campeonato del mundo del peso supergallo del WBC. En realidad, fue un monólogo de Leo Santa Cruz (27-0-1, 15KO) que demostró ante Cristian Mijares (49-8-2, 24KO) que ahora mismo es el rey de su división y que probablemente ocupa la situación de preeminencia que probablemente ocupara Mijares en sus mejores años de 2007-2008 cuando tenía aproximadamente los 25 esplendorosos años de Santa Cruz.

No hubo color en un combate de una sola dirección. Santa Cruz es un fenómeno del cuadrilátero y posiblemente junto a Canelo y «Gallito» Estrada, el mejor exponente del siempre imponente boxeo azteca. Para Mijares supone el final de un ciclo. Para Santa Cruz no es sino el principio de unos años en los que puede y debe hacer historia. Pegada, buena defensa, movilidad, lo tiene todo el invicto «Terremoto» de Michoacán.

Leo Santa Cruz, un probable rival para nuestro campeón mundial IBF Kiko Martínez.