Darío Pérez
@ringsider2020

Robeisy Ramírez (13-1, 8 KO) ha realizado con éxito la primera defensa de su título mundial este martes a mediodía en el Ariake Arena de Tokio, como semifondo del Naoya Inoue-Stephen Fulton.

Ramírez se ha impuesto al local Satoshi Shimizu (11-2, 10 KO) en el quinto asalto de un pleito muy desigual, que ponía de manifiesto las diferencias de nivel previstas. El cubano salió asertivo, yendo hacia delante con decisión y sin fisuras defensivas ante un japonés que nunca aprovechó su mayor envergadura con el jab. La pelea se desarrollaba en la media distancia, con acometidas del campeón para acortarla, casi siempre con éxito.

Ya presentaba algo de inflamación en el ojo derecho Shimizu en el segundo round, con la contienda avanzando en el mismo sentido. Las pocas manos curvas que recibía Ramírez, aisladas, eran contrarrestadas por sus combinaciones que minaban cada vez más la permeable defensa del aspirante. Este pasó apuros serios por primera vez en el cuarto parcial, con un envite poderoso del doble campeón olímpico que encajó con apuros un retador que tenía ya la zona ocular izquierda incluso peor que la otra.

Lo inevitable sucedió en el quinto asalto, con un Ramírez cada vez más incisivo que hizo poner pie en tierra a su oponente, asumiendo su inferioridad, tras varios golpes en gancho. La resistencia del valiente nipón terminó ahí, cuando el campeón fue a por él, inmisericorde, tras haberse levantado malherido; el árbitro se apiadó de Shimizu (imagen de cabecera) y Robeisy sigue siendo el poseedor del cinturón WBO del peso pluma.

Ha sido un combate de título mundial, como tantos que vemos recientemente, muy desnivelado. Si bien era una defensa voluntaria tras solo tres meses de obtener la faja, volvemos a apelar a la poca seriedad de los organismos al tener clasificados a púgiles como Shimizu en sus primeros puestos (conseguidos, por desgracia, en base a títulos intermedios muchas veces dados a la carta). Para Ramírez, nada que reprochar en su ansia por mantenerse activo, pues se prevé que a finales de año regrese en, esta vez sí, una dura prueba para conservar su cetro.