Parece increíble, pero a Shakur Stevenson le ha costado una barbaridad encontrar un rival para disputar el título mundial ligero WBC, que está vacante tras el nombramiento de campeón en receso a Devin Haney, tras su anunciado duelo superligero contra Regis Prograis.

Tras ser rechazada la oportunidad por los primeros ocupantes de las listas mundiales por un motivo u otro, Frank Martin se bajó del barco cuando ya se había llegado a un acuerdo que evitaba la subasta.

El gran problema era que Bob Arum ha reservado para el combate el 16 de noviembre, jueves previo a la disputa del Gran Premio de Las Vegas, debutante en la Fórmula 1. Ya se sabe que no es sencillo fijar fechas para los grandes combates, porque hay que conjugar entre muchos factores el poder de tu plataforma televisiva y la disponibilidad de los recintos adecuados.

Las semanas pasaban y las negociaciones con otros candidatos no fructificaban. Los últimos que sonaron los últimos días fueron el dominicano Edwin de los Santos y el estadounidense Jamaine Ortiz. El primero pelea para PBC, y Top Rank no se acababa de fiar tras la jugarreta de Martin; el segundo, que sí que pelea para la empresa de Arum, pelea este fin de semana y no le daría tiempo a estar listo en dos meses. El tiempo apremiaba…

Finalmente, la promotora ha hecho de tripas corazón y, en su afán por salvar la fecha inicialmente reservada y considerada estratégica, ha aceptado que el oponente de Stevenson sea De los Santos. El de Santo Domingo viene de tres espléndidos triunfos en el último año y medio, contra Luis Acosta, José Valenzuela (ambos invictos anteriormente) y Joseph Adorno, este último el mes de julio.