Redacción

Xavi Moya falleció el pasado sábado a los 55 años, y las muestras de afecto hacia el catalán reflejan el aprecio del que gozaba por parte de los aficionados a los deportes de contacto. Aunque Moya se sentía más cómodo en otras modalidades de puño y pierna, el barcelonés se proclamó campeón de España de boxeo profesional, pero su combate más recordado fue en el que fue derrotado por un Javier Castillejo que venía de perder con Óscar de la Hoya en Las Vegas.

Su hoja de servicios con veintiuna victorias y cero derrotas no pasó desapercibida para la promotora de Don King, con quien alcanzó un acuerdo en la primavera de 1999 para impulsar su carrera en Estados Unidos. El celebérrimo King era uno de los hombres más influyentes en el pugilismo, y firmó a Moya con la intención de que disputase un título mundial.

El 12 de junio de 1999 se produjo su victorioso estreno ante el público estadounidense de Wilmington (Massachusetts). El catalán contó en su esquina con Don Turner, quien entrenaba a Evander Holyfield. Su segundo y último triunfo en el país de las barras y las estrellas llegó el 18 de diciembre de ese año en Tunica (Misisipi), ante otro rival de escasa entidad. Moya tuvo el privilegio de compartir carteles con campeones como John Ruiz, Antonio Tarver o Ray Mercer.

Con su regreso a Barcelona no finalizó de manera definitiva su periplo junto a Don King, e incluso se barajó la opción de que disputase un título mundial en la Ciudad Condal. Con la aparición del empresario granadino Francisco García y el apoyo de Vía Digital, se intentó que Moya boxease con el campeón mundial WBC del peso medio, el estadounidense Keith Holmes.

Semanas después, Holmes decidió exponer su corona ante Robert McCracken en Londres, pero García insistió en hacer posible que Moya tuviese la oportunidad de boxear por un cinturón mundial en Barcelona. La opción escogida era un combate con el campeón mundial WBA del peso supermedio, Byron Mitchell, que no llegó a concretarse.

En abril del año 2000, Moya solicitó finalizar su contrato con King, para lo cual alegó que su carrera deportiva se estaba viendo frenada mientras se postergaba su asalto al título mundial. García no desistió en sus planes de cerrar una pelea por un mundial para Moya, pero este debía defender antes el cinturón de España del peso medio ante su paisano Amadeo Peña. El triunfo de «El Diablo» acabó con el proyecto de García, pero Moya continuó su carrera en el noble arte hasta su retirada en 2003.