El fútbol ya no es el único deporte en el que los traspasos generan un gran impacto en el plano deportivo, y los promotores de mayor prestigio observan con preocupación como sus principales figuras no son fieles a sus empresas.

Los vetos cruzados entre promotores bloquean pesos enteros, y la posible aparición y desaparición de plataformas televisivas llevan a los boxeadores a actuar por adelantado.

El último protagonista de esta tendencia es el talentoso Shakur Stevenson, cuyo contrato con Top Rank expira en los últimos meses. El estadounidense escogió a la empresa de Bob Arum para debutar tras lograr una plata en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.

Stevenson ha confirmado que estudiará todas las ofertas que reciba en 2024, y la que parte como favorita es la de Premier Boxing Champions. El principal motivo es que facilitaría la realización de un duelo entre Stevenson y Gervonta Davis, que a buen seguro generaría una gran expectación.

A Stevenson le une una relación de amistad con Terence Crawford, quien abandonó Top Rank por la puerta de atrás para unirse al conglomerado de Al Haymon, lo cual le permitió boxear y derrotar a Errol Spence.